Son muchas las vallas de obra abandonadas a lo largo de la ciudad.
De hace un tiempo a esta parte es habitual encontrarse con cierres de obras, vallas de acero con lonas de constructoras, que ocupan espacios públicos sin que haya ningún tipo de actividad en la zona. Muchos vecinos se quejan de falta de aparcamientos y resulta molesto encontrar que unas vallas abandonadas ocupan 1, 2 o incluso 3 plazas de estacionamiento.
Otra cuestión que se plantea es si tras dar por finalizada la obra la empresa continúa pagando las tasas de ocupación de vía pública. Resulta complicado de comprobarlo pero todo apunta que, viendo el estado de abandono, oxido, hierbas etc que cubren muchas de ellas, no parece que se continúen pagando las tasas municipales.
También es de destacar la imagen de abandono que, sumado a las pintadas y edificios abandonados que hacíamos mención la semana pasada, afean muchas de las calles de nuestra ciudad.