El incumplimiento de la ordenanza de vados fomenta la picardía y salpica a un concejal del gobierno municipal.
Debido a la ausencia de respuesta por parte del gobierno de Inés Rey, cuestión que empieza a ser muy habitual, desde esta redacción iniciamos un trabajo de investigación sobre la situación de la señalización de vados en nuestra ciudad. El resultado es más que preocupante.
Lo primero que nos encontramos fueron placas con número de licencia duplicada e instaladas en distintas puertas de acceso, lo que supone un uso fraudulento.
Otra irregularidad con la que nos tropezamos fueron las identificaciones de vados que se corresponden con otra dirección e incluso con un uso diferente al que corresponde a la licencia que aparece en la placa. Una muestra más de fraude.
También son bastantes las placas que carecen de número de licencia y lo que es peor, vados que solo cuentan con la señalización de pintura y rampa, pero en los que no aparece la señalización que marca la ordenanza en vigor.
En este último caso, careciendo de señalización de acuerdo con la ordenanza en vigor, se encuentra el edificio donde reside un concejal del gobierno de Inés Rey.
Esta gravísima situación merece una respuesta, no el habitual silencio al que nos tiene acostumbrados la alcaldesa. Una respuesta no a este medio, sino a los vecinos que cumplen con sus impuestos anualmente.