Pleno protagonizado por José Manuel Lage Tuñas, que no contestó a ninguna de las preguntas directas que le formularon tanto el BNG como el PP en relación a la compra y reforma de sus famosos pisitos
Pronto comprobó Inés Rey que el pleno no iba a ser apacible. En un determinado momento, quiso modificar el orden del día e incluir un nuevo asunto. La alcaldesa lo planteó, pero perdió la primera votación de la jornada al no contar con la mayoría que necesitaba. Una clara visualización de la minoría en la que gobierna.
En el turno de las mociones de los grupos, destacaba la que hacía referencia a la transparencia del Gobierno municipal. Cabe destacar que hace pocos días, la alcaldesa firmó un decreto impidiendo la celebración de la comisión de transparencia que había convocado el presidente de la misma, situación inaudita en este ayuntamiento. Consultados antiguos concejales, no recuerdan que esto hubiera ocurrido en la historia democrática del Concello desde el año 1979.
Esta moción, apoyada por PP y BNG, solicita más transparencia al actual gobierno y reclama la constitución de la comisión de seguimiento de gestión de alcaldía, la cual recoge la ley pero no está constituida en A Coruña. La respuesta del concejal de gobierno y derrotado en la votación, Lage Tuñas, no fue muy esperanzadora; se limitó a decir que las comisiones ya estaban definidas en el pleno de constitución.
Pero el asunto estrella del pleno era la comparecencia del concejal José Manuel Lage Tuñas.
Toda la oposición exige a la alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, responsabilidades políticas por la actuación de José Manuel Lage Tuñas.
Miguel Lorenzo pidió el cese o dimisión y Francisco Jorquera pidió a Inés Rey que «pense en depurar responsabilidades políticas«.
Durante su alocución, el concejal Lage Tuñas no respondió a ninguna de la preguntas realizadas por los dos portavoces de la oposición, pero además negó que se hubieran hecho obras en el piso o pisos de la avenida del Ejército nº 96:
- No concretó cuándo se apartó de la gestión del expediente que afectaba a su propiedad.
- No indicó si cuando formalizó la compra en una notaría de Sarria, lo que compraba era un local comercial o dos pisos. ¿Pudo ser víctima de un engaño?
- No aclaró si había visto el piso o local antes de comprarlo.
- No aportó luz alguna sobre su expediente de reposición.
- Afirmó que disponía de licencia para iniciar las obras en breve (unas obras que, según otro informe, ya están rematadas). Los vecinos del edificio, se dieron por ofendidos por llamarles mentirosos.
- No hizo referencia al informe de la policía local que aseguraba que se estaban realizando obras sin licencia, y sin el pago de las tasas.
El final de su parlamento fue de lo más melodramático; enarboló la bandera de la honradez, se presentó como víctima de una cacería personal y política, acusó a los miembros de la oposición de falta de escrúpulos y amenazó con emprender acciones contra todo aquel que ponga en duda su integridad.
La tarea que tiene sobre su mesa Inés Rey es ardua. Debemos recordar que Lage Tuñas está investigado (antiguamente imputado) en el caso de la perrera municipal y tiene en curso la denuncia de la Fiscalía por las comisiones de servicio.
Como todo es susceptible de empeorar, hacia el final del pleno presenciamos un agrio rifirrafe entre el portavoz del BNG y un ex concejal de la misma fuerza pero actualmente en el gobierno de Inés Rey, Gonzalo Castro. Después de una pregunta de Francisco Jorquera sobre la reforma del estadio de Riazor y su candidatura como sede del mundial de fútbol de 2030, Castro acusó al portavoz nacionalista de haber planteado una cuestión llena de demagogia, simplismo, falacias y ocultación de la realidad, y seguidamente acusó al BNG de ser muleta del PP y altavoz de sus calumnias. Como reza el dicho, no hay peor astilla que la del mismo palo.
Más allá del propio recorrido que tendrá el caso de los pisitos de Lage, este suceso marca un antes y un después en la legislatura que comenzó en junio de 2023. Inés Rey necesita de forma imprescindible el apoyo del BNG para sacar adelante todas las votaciones del pleno, pero la relación entre los dos partidos se ha visto muy deteriorada a raíz de las irregularidades denunciadas.