En el presupuesto del 2022 el gasto de personal se presupuestó en 71.000.000,00 €, pero el gasto real se elevó hasta los72.593.723,66 €.
La presentación del documento presupuestario de 2022 tuvo una puesta en escena que se parecía más a una película de ciencia ficción que a una exposición basada en hechos reales. La capacidad de ingresos demostrada por el ente local en los últimos años rondaba los 250 millones. Pero el talento creativo e imaginativo del concejal de Hacienda y Personal, José Manuel Lage Tuñas, lo elevó – el papel puede con todo- a la cifra de 310 millones. O sea, que las estimaciones del concejal preveían recaudar 60 millones de euros más, lo que hubiera supuesto un incremento de un 25% sobre los ingresos de los últimos años. La liquidación final puso todo en su sitio y la recaudación neta se quedó en los 254 millones de euros, con un incremento de un 1,6 % en los ingresos.
Aunque todo el presupuesto estaba valorado al alza, la partida de Personal llamaba la atención con una dotación inicial de 71 millones. Pero en contra de la tendencia del total del presupuesto de evolucionar a la baja y acercarse a la realidad, este apartado presupuestario se incrementó. Analicemos las posibles causas.
A Coruña ostenta un triste récord: durante el mandato de Inés Rey se ha disparado el número de altos cargos traídos de otras administraciones en las que no ocupaban responsabilidades tan elevadas. Dado que los puestos para los que son fichados suelen ser los mejor pagados y que los funcionarios de carrera son desplazados, podemos encontrar una de las causas del incremento o descontrol presupuestario.
Estos movimientos realizados por el concejal de Personal causan situaciones kafkianas, como el caso de los funcionarios sin funciones reales que ejercer, que generan más gasto y, en el caso de las duplicacidades de estructuras, confusión y peor servicio a los ciudadanos.
Como estos “fichajes” provenientes de otras administraciones no conocen el funcionamiento del Ayuntamiento de A Coruña y algunos se ven elevados a responsabilidades y cargos que no podían soñar por la marcha de su carrera anterior, se generan problemas como la mala atención al público, o lo que es más grave, irregularidades. Esto produce reclamaciones y denuncias de los afectados por las decisiones en muchos casos erróneas. Situación que además de la mala imagen del Concello y los daños y problemas generados a los afectados, provocan un incremento del gasto en asesoría jurídica y personamiento en los tribunales que juzgan los casos.
Todos estos movimientos se llevan a cabo mientras se dejan de cumplir las sentencias ya dictadas que censuran la situación anómala de la gran mayoría de comisiones de servicio con las que actualmente cuenta el Ayuntamiento. Si consideramos que hay más o menos 1.100 funcionarios en oficinas, 240 lo están en comisiones de servicio generadas por el concejal Lage Tuñas. Concretamente en Recursos Humanos, lugar donde se fabrican las comisiones de servicio, cuatro de las cinco jefaturas están en esta situación anómala.
Otra demostración de un gobierno que exige cumplir la normativa vigente pero se considera exento de cumplirla. Que en lugar de racionalizar su estructura, simplificarla y tratar de hacerla lo más efectiva posible, opta por complicarla, por hacerla más cara y por realizar inexplicables fichajes de personas ajenas al Concello que empeoran el servicio. Al relegar a funcionarios “de la casa” con excelente historial de servicio, generan malestar y descontento entre los trabajadores.
El saldo negativo para las arcas del Concello de A Coruña por la arbitrariedad de José Manuel Lage Tuñas asciende a 1.593.723,66 €.