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Las asociaciones vecinales de A Coruña han expresado su malestar ante la imposición de un nuevo sistema de organización y financiación de las fiestas de los barrios por parte del concejal de Cultura, Gonzalo Castro. Consideran que este modelo ha sido impuesto sin el debido consenso y que genera desigualdades que pueden poner en riesgo la celebración de las fiestas en diversas zonas de la ciudad.
Las entidades firmantes critican que, en lugar de convocar una reunión conjunta para acordar un sistema equitativo, el Ayuntamiento se ha dirigido de manera individual a algunas asociaciones para negociar por separado. Esta estrategia, según denuncian, divide a las entidades vecinales y dificulta la posibilidad de establecer un criterio homogéneo que beneficie a todas las partes.
Uno de los principales problemas que se señalan es la incertidumbre económica a la que se enfrentan muchas asociaciones, ya que desconocen cuántos fondos recibirán antes de contratar artistas, infraestructuras y otros servicios necesarios para la celebración de sus fiestas. Esta falta de previsibilidad podría provocar cancelaciones, reprogramaciones de última hora, indemnizaciones y otros problemas logísticos que afectarían tanto a las asociaciones como a los propios vecinos.
Ante esta situación, proponen dos alternativas para garantizar que ningún barrio quede sin celebraciones:
- Que el Instituto Municipal Coruñés de Espectáculos (IMCE) asuma la organización de las fiestas en aquellos barrios que carezcan de los recursos, infraestructura o personal necesario para gestionarlas de manera independiente. Según explican, esta era la práctica habitual en años anteriores, cuando el Ayuntamiento se encargaba de la contratación de artistas, el montaje de infraestructuras y el pago de facturas.
- Que las asociaciones que deseen organizar sus propias fiestas presenten un programa, memoria y presupuesto, pero asegurando que los fondos sean asignados con la suficiente antelación. De este modo, podrían asumir con garantías los compromisos económicos y evitar problemas derivados de la falta de liquidez.
Las asociaciones también denuncian que el presupuesto destinado a las fiestas de los barrios es significativamente inferior al asignado a otros eventos municipales, como las fiestas de María Pita, cuyo presupuesto es siete veces mayor.
En este sentido, reclaman que se adopte un modelo justo y equilibrado, en el que todas las zonas de la ciudad tengan garantizada la financiación suficiente para la celebración de sus fiestas, evitando así la discriminación entre barrios y la improvisación en la gestión de los eventos festivos.
Bajo el lema «Ningún barrio sin festas», las siguientes asociaciones han firmado el comunicado en el que trasladan estas reivindicaciones: A.VV. O Cruceiro Oza-Urbanización Soto, A.V. Cultural e Social «Luz del Mar», A.VV. Novo Mesoiro, A.VV. Monelos Fonte das Paxariñas, A.VV. Elviña 2 Fases, A.VV. Mesoiro-Vío-As Xunqueiras, A.VV. en defensa do Barrio das Flores, A.VV. O Barrio da Zoca-Mariñeiros, A.VV. de la Plaza del Comercio, A.VV. Riazor – Estadio, A.VV. cultural e deportiva dos Rosales, Agrupación VV. Orzán-Pescadería, A.VV. Comerciantes A Falperra, A.VV. A Zapateira, A.VV. Loureiro San Pedro de Visma y A.VV. Monte Martelo.

