Movemento Sumar denuncia la opacidad en el proceso de As Xubias: documentos ocultos, cesión de suelo público y un acuerdo aprobado en solo siete días
El gobierno local de Inés Rey (PSOE) y el Bloque Nacionalista Galego (BNG) han dado luz verde a un controvertido convenio urbanístico que cede derechos sobre el litoral coruñés a Ginkgo Advisor, un fondo de inversión extranjero que no tributa en Galicia. Movemento Sumar Coruña denuncia falta de transparencia, negociaciones opacas y una aprobación acelerada en pleno extraordinario, sin que la ciudadanía haya podido acceder a los documentos clave.
Un convenio «a medida» y sin control público
Por segundo año consecutivo, el Ayuntamiento ha reactivado en julio —mes tradicional de baja actividad política— la revisión de un convenio urbanístico que beneficiaría principalmente a Ginkgo Advisor. Este fondo, especializado en operaciones inmobiliarias, acumula derechos sobre suelo público en As Xubias sin que exista un escrutinio claro sobre sus compromisos.
Aunque el gobierno municipal asegura que se han introducido «mejoras formales» mediante un Plan Especial, Movemento Sumar señala que lo esencial sigue oculto:
- El texto actualizado del convenio.
- Los anexos técnicos (planos, usos del suelo, cesiones).
- El plan de ejecución y las actas de reuniones entre el Concello y la promotora.
«Proclaman que ‘el modelo ha cambiado’, pero todo se negocia entre bambalinas. No hay acceso a los informes ambientales, ni a los estudios técnicos, ni siquiera sabemos qué se pactó realmente con el fondo extranjero», denuncia Trinidad Palacios, portavoz de Movemento Sumar Coruña.
El giro del BNG: de la crítica al aval en siete días
Uno de los aspectos más polémicos es el respaldo del BNG, que durante meses había cuestionado el proyecto. Sin embargo, en un pleno extraordinario convocado con solo una semana de antelación, la formación nacionalista votó a favor del acuerdo, pese a la falta de información pública.
«Es desconcertante que una fuerza que denunció los riesgos de este proceso ahora lo legitime sin exigir transparencia», critica Palacios. «Parece que prefieren no enfrentarse al gobierno y lavarse las manos, en lugar de defender los intereses de la ciudadanía.»
Viviendas sociales relegadas, negocio en primera línea
Según filtraciones a medios locales, las viviendas protegidas (el 20% que el Ayuntamiento presenta como «compromiso social») se ubicarán en zonas interiores, lejos del frente marítimo, mientras que los espacios más valiosos se destinarán a usos privados. Aunque técnicamente legal —la Ley de Costas impide construir en determinadas áreas—, el modelo reproduce un patrón habitual: lo lucrativo para inversores, lo residual para lo público.
«No es solo dónde se construye, sino para quién. A Coruña merece un urbanismo que priorice a las personas, no a fondos buitre que especulan con el suelo», insiste la portavoz.
Cuatro documentos clave que el gobierno no muestra
Movemento Sumar ha reclamado sin éxito:
- El convenio actualizado (con las modificaciones pactadas en 2024-2025).
- Los anexos técnicos, donde se detallan cesiones de suelo público.
- El Plan Especial de la promotora, supuestamente «vinculante» pero inaccesible.
- El registro de reuniones entre el Concello y Ginkgo Advisor.
La opacidad alimenta las sospechas: «Si el acuerdo es tan beneficioso, ¿por qué ocultarlo? ¿Qué hay detrás de esta urgencia por aprobarlo en verano?», cuestiona Palacios.
Conclusión: Un modelo urbanístico en entredicho
El caso de As Xubias refleja un conflicto mayor: la tensión entre una ciudad que necesita crecimiento y la sombra de la especulación. Movemento Sumar exige:
- Transparencia inmediata: publicación íntegra de los documentos.
- Participación real: consulta a vecinos y partidos antes de decisiones irrevocables.
- Frenar la privatización encubierta: el litoral es un bien común, no un activo financiero.
«Queremos un barrio digno, con servicios y vivienda accesible, pero no así. Sin verdad, no hay planificación legítima», zanja Palacios.
Mientras, el gobierno de Rey insiste en que el proyecto «cumple todas las garantías». Pero mientras no se abran los papeles, la sombra de la desconfianza seguirá creciendo.