Una trama de fondos y surf salpica al gobierno de Inés Rey
La investigación por un presunto desvío de dinero de la Federación Gallega de Surf a una empresa privada conecta con el entorno familiar del director de Turismo del Consistorio.
Un nuevo caso judicial amenaza con ensombrecer la gestión del gobierno local de Inés Rey. Se trata de las presuntas irregularidades en la Federación Gallega de Surf, actualmente bajo la lupa de la Secretaría Xeral de Deportes por un posible delito de desvío de fondos. La clave que acerca este escándalo al Consistorio coruñés es el origen del dinero: los ingresos de la federación para organizar el evento «A Coruña King and Queen of the Bay» procedían, en gran medida, del Consorcio de Turismo de A Coruña, un organismo público.
Este evento, celebrado los días 18 y 19 de octubre del pasado año, poco tiene que ver con el prestigioso y mediático evento de olas gigantes de años anteriores. Incluyó el Campeonato de España de Surf y se complementó con conciertos y food trucks. Sin embargo, la organización ha despertado serias sospechas.
La sombra del conflicto de intereses
La investigación se centra en el flujo de dinero. Según la documentación aportada a la Fiscalía, los pagos de patrocinadores, food trucks y otros derechos del evento terminaban en una empresa propiedad del actual presidente de la federación, Mateo Saco. Mientras tanto, los gastos generales eran asumidos por la federación deportiva, lo que sugiere una privatización de beneficios y una socialización de las pérdidas.
Según fuentes consultadas, el vínculo con el gobierno local se materializa en una relación personal: el actual director de Turismo del gobierno de Inés Rey es el padre de la pareja de Mateo Saco. Esta conexión directa sitúa a un alto cargo municipal en el epicentro del entramado que se investiga, planteando un potencial conflicto de intereses en la concesión de fondos públicos.
Una sucesión de movimientos sospechosos
La cronología de los hechos, reconstruida a partir de documentación oficial, revela una serie de movimientos que han llamado la atención de los investigadores:
- Marzo 2024: Reunión con representantes del gobierno local para la celebración del evento.
- Mayo 2024: Dos meses después, se produce el cese de la secretaria de la federación, un puesto clave en el control administrativo.
- Julio 2024: Se constituye la empresa propiedad de Mateo Saco, que presuntamente recibiría los fondos.
- Septiembre 2024: Saco, entonces vicepresidente, es autorizado para manejar las cuentas de la federación relacionadas con el evento de surf.
- Octubre 2024: Se celebra el evento con la participación de 56 deportistas (32 masculinos y 24 femeninos).
- Octubre 2024 (9 días después del evento): Dimite el entonces presidente de la federación, allanando el camino para que Mateo Saco ascienda a la presidencia, lo que ocurre oficialmente el 3 de diciembre.
- Diciembre 2024: Una semana después de su nombramiento como presidente, se abona a Saco el pago por sus servicios como «director deportivo» del evento, por un importe bruto de 8.304,73 euros.
Gastos opacos y pagos cuestionables
Entre los gastos presentados por la empresa de Saco figuran facturas por diversos conceptos que suman 32.488,5 euros. Sin embargo, el pago por «dirección deportiva» destaca por su cuantía y su destinatario. Este desembolso se realizó justo después de que Saco asumiera la máxima responsabilidad de la federación, organismo que, a su vez, había recibido dinero público del Consorcio de Turismo para financiar el mismo evento.
Desde el gobierno de Inés Rey no se han realizado declaraciones formales sobre el caso, pero la oposición ya ha exigido explicaciones. Este nuevo frente judicial supone un jarro de agua fría para el equipo de gobierno, que no puede atribuir el caso a hechos heredados de una administración anterior, ya que los eventos investigados se desarrollaron íntegramente durante su mandato.
El asunto que estaba en la Fiscalía ya fue derivado al Juzgado de Instrucción, mientras la sombra de la duda sobre la gestión de los fondos públicos y las conexiones personales se cierne sobre el Palacio de María Pita.