17/11/2025

El Bloque Nacionalista Galgo (BNG) acusa al alcalde de Culleredo de paralizar la Intervención Municipal por no firmar un documento

La petición para cubrir una plaza clave, vacante desde hace casi un año, sigue en un cajón a la espera de la rúbrica de José Ramón Rioboo, a pesar de haber sido aprobada por unanimidad en mayo

La administración municipal de Culleredo se encuentra semiparalizada debido a la prolongada ausencia del Interventor municipal, una figura clave para la validación de gastos, ayudas y la tramitación de expedientes. Y todo, según la denuncia del BNG, por la inexplicable negativa o desinterés del alcalde, José Ramón Rioboo, en firmar el documento que permitiría solicitar a la Xunta un sustituto interino.

El Bloque Nacionalista Galgo lleva desde el mes de enero alertando sobre este cuello de botella administrativo. La ausencia del titular, que se prolonga desde hace casi un año, está generando retrasos en múltiples áreas del Concello. Sin la firma del Interventor, procesos esenciales como la aprobación de subvenciones o la rendición de cuentas no pueden avanzar con normalidad.

La situación llegó a su punto crítico en el mes de mayo, cuando el Pleno municipal, en un gesto de consenso poco habitual, aprobó por unanimidad una moción del BNG instando al gobierno local a solicitar a la Xunta la designación de un interino. Sin embargo, más de cuatro meses después, esa solicitud ni siquiera ha salido del ayuntamiento.

La firma fantasma

La justificación que ha trascendido, y que el BNG ha hecho pública, es tan sorprendente como reveladora: la petición a la Xunta está «sen resolver por falta dunha sinatura do Alcalde José Ramón Rioboo». Es decir, el documento burocrático necesario para iniciar el proceso yace en una mesa, a la espera de una simple rúbrica que el regidor no se ha dignado a estampar.

Para el portavoz nacionalista, Tono Chouciño, esta inacción es «incomprensible«. «Non se nos occurre ningunha razón lóxica para esta mostra de total desinterese na cobertura dun posto tan importante, a non ser que se queira prexudicar o normal funcionamento do Concello», afirmó Chouciño.

La ironía de esta situación no escapa al BNG. El gobierno municipal, liderado por Rioboo, ha utilizado en repetidas ocasiones la «falta de personal» como argumento para justificar las demoras en la gestión y la tramitación de expedientes. Sin embargo, cuando tiene sobre la mesa la solución para cubrir una de las plazas más críticas, la propia alcaldía se convierte en el obstáculo.

Una situación «insólita y grave»

Lo que el BNG califica como una «muestra de desinterés» es, en realidad, una situación de bloqueo institucional. Mientras el alcalde no firme, la solicitud no se envía a la Xunta, y sin esta solicitud, la plaza de Intervención Municipal seguirá vacante, con las consiguientes consecuencias para la administración local y, en última instancia, para los vecinos de Culleredo.

La pelota está ahora en el tejado del alcalde Rioboo, a quien se le exige una explicación pública sobre los motivos que le impiden realizar una gestión administrativa que desbloquearía una situación que, por su propia inacción, se ha convertido en un problema crónico para el funcionamiento del Concello.

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