El PP exige responsabilidades a Inés Rey por la “chapuza” de la recién inaugurada obra en La Marina, que presenta grietas, agujeros y deficiencias graves
Apenas dos días después de su apertura al público, la reforma millonaria de la zona de La Marina, en A Coruña, se encuentra en el ojo del huracán. El viernes pasado, la alcaldesa Inés Rey, acompañada del teniente de alcalde Lage Tuñas y la concejala de Infraestructuras, protagonizó una inauguración cargada de pompa y simbolismo, con la retirada de una valla como imagen estelar. Sin embargo, el brillo de la ceremonia se desvaneció rápidamente: el nuevo asfaltado, que costó millones de euros, ya muestra grietas, agujeros y acabados deficientes, según denuncian tanto el Partido Popular (PP) como numerosos ciudadanos que han compartido imágenes de la obra en redes sociales.
El Grupo Popular en el Concello de A Coruña no ha tardado en reaccionar y ha anunciado que exigirá explicaciones inmediatas a la alcaldesa por lo que califican como una “desfeita” y una “auténtica chapuza”. Las imágenes que circulan muestran un pavimento deteriorado, con fisuras visibles y zonas donde el cemento parece ceder bajo el peso de los primeros vehículos que han circulado por la zona, como autobuses, taxis y camiones de reparto. “¿Este es el estándar de calidad que el Gobierno de Inés Rey pretende para las obras de la ciudad?”, se preguntan los populares en un comunicado.

Una inauguración precipitada y cuestionable
La polémica no se limita al estado del pavimento. Según el PP, la apertura de la zona al tráfico y al paso peatonal se realizó de manera apresurada, sin que las obras estuvieran completamente finalizadas. Un ejemplo claro es la parada de autobús de la Autoridad Portuaria, que permanece vallada y en construcción, lo que genera molestias y dificultades para los peatones. “Si la obra no está terminada, ¿por qué se abrió al público? Todo apunta a que la prioridad fue hacerse la foto y no garantizar la calidad del trabajo”, critica el portavoz del PP.
Además, la inauguración ha levantado suspicacias por otro motivo: la alcaldesa y sus concejales incumplieron la normativa laboral de seguridad durante el acto. Las imágenes del evento muestran a Inés Rey, Lage Tuñas y la concejala de Infraestructuras manipulando una barrera en una zona donde aún se realizaban trabajos, sin utilizar el equipo de protección individual (EPI) obligatorio. Este hecho “irresponsable”, contrasta con la imagen que suelen proyectar los políticos en visitas a obras, donde el uso de cascos y chalecos es habitual.

Una obra sobre otra obra: críticas al despilfarro
La reforma de La Marina no solo está bajo escrutinio por su deficiente ejecución, sino también por su contexto. La obra, que ha supuesto una inversión millonaria, se ha realizado sobre otra reforma reciente llevada a cabo durante la pandemia. Además, está destinada a sufrir nuevos cambios en el futuro, cuando se ejecute el plan integral para la fachada marítima de A Coruña. “Es un despilfarro incomprensible. Mientras los barrios de la ciudad acumulan baches, aceras en mal estado y una total falta de mantenimiento, el Gobierno local prioriza proyectos ostentosos que no resisten ni dos días”, lamentan desde el grupo opositor.
La alcaldesa, por su parte, ha intentado justificar las deficiencias alegando que la zona “aún está en obras”. Sin embargo, esta explicación no ha convencido ni a la oposición ni a los ciudadanos, que se preguntan por qué se permitió el acceso a una infraestructura inacabada y en mal estado. “Si no estaba lista, ¿por qué se organizó una inauguración? Todo indica que la foto y el vídeo de la valla eran más importantes que el bienestar de los coruñeses”.
Exigencia de transparencia y control de calidad
El Grupo Popular ha anunciado que llevará el caso al próximo pleno municipal, donde exigirá un informe detallado sobre los controles de calidad realizados antes de la apertura de La Marina. También pedirá aclaraciones sobre si este nivel de ejecución será el estándar para el resto de la reforma, que incluye los Cantones y otras áreas emblemáticas de la ciudad. “Los coruñeses merecen saber cómo se gastan sus impuestos y por qué una obra tan costosa se deteriora en cuestión de horas”, subrayan.
Mientras tanto, las redes sociales se han convertido en un hervidero de críticas, con imágenes y vídeos que muestran el lamentable estado del pavimento. Vecinos de los barrios periféricos, como Os Mallos o Monte Alto, han aprovechado para denunciar el abandono de sus calles, donde los baches y el deterioro son una constante. “Millones para La Marina y ni un euro para arreglar las ‘fochancas’ de nuestros barrios”, resume un comentario en X.
Un nuevo capítulo en la gestión de Inés Rey
Este escándalo añade presión a la gestión de Inés Rey, cuyo Gobierno ya ha sido cuestionado por otros proyectos controvertidos y por la percepción de priorizar el centro de la ciudad en detrimento de los barrios. Con las elecciones municipales a la vista en 2027, el PP ve en este episodio una oportunidad para señalar las debilidades del Ejecutivo local y exigir una mayor rendición de cuentas.
Por ahora, la ciudadanía espera respuestas claras y soluciones rápidas para una obra que, lejos de ser un orgullo para A Coruña, se ha convertido en un símbolo de improvisación y mala planificación. La pregunta que resuena es clara: ¿Quién asumirá la responsabilidad por esta “chapuza millonaria”?