El aeropuerto de A Coruña, Alvedro, continúa en declive al confirmar su cuarto mes consecutivo con cifras negativas. En junio de 2024, el número de pasajeros ascendió a 106.124, lo que representa una disminución del 5,2% en comparación con el mismo mes del año anterior y una preocupante caída del 15,5% respecto a las cifras pre-pandemia de junio de 2019.
Los datos acumulados del año 2024 muestran un leve incremento en comparación con el mismo período del año anterior, con 600.732 pasajeros en 2024 frente a los 599.689 de 2023. Sin embargo, este crecimiento marginal no es suficiente para compensar la continua tendencia a la baja que se ha observado durante los últimos meses.
El impacto negativo es aún más evidente al comparar las cifras de los últimos meses de 2024 con las de 2019, antes de que la pandemia de COVID-19 golpeara al sector de la aviación:
- Marzo: 101.619 pasajeros (-6.4% respecto a 2023 y -15% respecto a 2019)
- Abril: 101.356 pasajeros (-3.8% respecto a 2023 y -9.3% respecto a 2019)
- Mayo: 106.832 pasajeros (-1.0% respecto a 2023 y -10.1% respecto a 2019)
- Junio: 106.124 pasajeros (-5.2% respecto a 2023 y -15.5% respecto a 2019)
A esta preocupante disminución en el número de pasajeros se suma una caída significativa en el número de vuelos. Este mes de junio deja ya 600 vuelos menos que al mismo mes del año pasado, lo que agrava aún más la situación. La reducción en el número de operaciones ha llevado a una disminución en el total de pasajeros, a pesar de una mayor ocupación en los vuelos existentes.
Además, la falta de capacidad del aeropuerto para adaptarse a la creciente demanda y la incertidumbre sobre el futuro de algunas aerolíneas en Alvedro, como Volotea, agravan la situación. La reciente ausencia de disponibilidad de billetes para los próximos meses de esta aerolínea pone en duda su continuidad en el aeropuerto coruñés.
Mientras Gonzalo Castro en el pleno de hace unos días decía que los datos de Alvedro eran buenos utilizando un tono de cierta burla, en AENA preparaban otro dato que demostraría que efectivamente el concejal es de letras. Las líneas de tendencia son preocupantes en un aeropuerto que ejerce una función vital para el entramado empresarial de la ciudad y su entorno.