Se sabía que no iba a ser un fin de semana sencillo para los equipos coruñeses que, aun así, nos dejaron dos alegrías y una tercera en el juego y la actitud del Coruña Femenino, aunque terminase cediendo los puntos a 36 segundos del final. Pero dicen los taurinos que hasta el rabo, todo es toro. Y razón no les falta, a la vista del desenlace de los partidos jugados por el equipo de Stanis García en Gijón y por el de Togores en Tordera. Hasta el rabo, todo es toro, y tratándose de Sara Roces o Adrián Candamio no dejan de ser un peligro para las y los rivales hasta que están en su casa y sin patines.
Cara y Cruz en Ok Liga
Avisábamos en la previa que el partido entre Noia y Liceo sería de alta tensión. Cortos nos quedamos. La primera mitad duró ni más ni menos que una hora, lo que da idea de las interrupciones, bolas paradas, golpes, semigolpes, y pseudogolpes que se vivieron en L’Ateneu, convertida en olla a presión con una afición fiel que se desgañitó jaleando a los suyos. El partido comenzó alegre, con ambos conjuntos apostando por los jugadores jóvenes – Dava Torres no pudo jugar el encuentro- y un toma y daca en ambas porterías y con faltas continuas por uno y otro lado. A doce minutos del descansoCarballeira dispuso de un penalti para desequilibrar el encuentro pero Blai Roca, un espectáculo de portero, despejó el tiro del coruñés. Tres minutos más tarde, Xavi Aragonés disparaba entre Ferruccio y Cioccale para colar la bola por bajo a Martí Serra. Pero prácticamente de inmediato empezaba el festival de tarjetas azules.
Humberto Mendes hacía un bloqueo ilegal a Ferruccio y el Liceo contó con una directa marrada por el propio tato ante Roca. Poco después el tira y afloja entre Nil Cervera y Xavi Costa -que está en todas- se saldó con doble azul. Durante dos minutos ambos conjuntos jugaron con tres efectivos aunque luego el Liceo contó con superioridad del tiempo que restaba por la azul a Mendes. Seguía el juego, las interrupciones, subían las faltas y el tiempo real se consumía a cuentagotas cuando, a cinco para el descanso, un disparo frustrado de Iván Morales propició el contraataque liceísta y Xaus sirvió para que Cervera rematase al fondo de la red. Una jugada para enseñar a los más jóvenes cómo se corre un contraataque.
Y por si se habían perdido la primera jugada, los mismos protagonistas repitieron pero intercambiando los papeles. Cuando iban poco más de cuatro minutos de la reanudación, Carballeira recuperó en defensa y la pasó a Cervera que metió un pase al área rematado a gol por Xaus. Dos goles de los jugadores más enchufados en un partido de enorme intensidad. Aún dispondría el Liceo de dos oportunidades a bola parada, marradas ambas por Ferruccio y Xaus, por azul a Salvadó y la décima falta del Noia. Pero ya no se movería el marcador hasta que Xaus volvió a marcar a unos segundos para el final a puerta vacía, cuando el Noia jugaba ya sin portero.
Un partido vibrante, de poder a poder, en el que ganó quien aprovechó mejor sus opciones para superar a dos grandes porteros. Hoy ese fue el Liceo que se hace con tres puntos frente a un rival directo, resarciéndose así de la derrota de hace tres días en Italia y cogiendo fuerzas ante el próximo envite que será el jueves 28 en Riazor ante el Oliveirense.
Peor le fue a las jugadoras del Hockey Coruña Femenino, pese a rozar con los dedos la hazaña de empatar – o incluso ganar, en el Mata Jove frente a un Telecable que llegaba invicto a la cita. No se amedrentó el equipo coruñés ante el empuje inicial de las asturianas que pusieron la artillería mirando a la portería de Caretta. Cuando no se habían jugado aún diez minutos, Marta Piquero metió una bola en el área que remató a gol Nuria Almeida, que acababa de salir a la pista, en una jugada que el Telecable intentaría una y otra vez. El Coruña, lejos de venirse abajo, fue recomponiendo su juego, fijando marcas y recuperando la bola para lanzar contras de peligro. Tres minutos más tarde, Gaete lanzó un potente disparo lejano que desvió una defensora asturiana lejos del alcance de Fernanda Hidalgo.
Con el empate llegaron los mejores minutos del equipo coruñés, moviendo la bola con criterio y escapando de la red que intentaban tejer Caterina, Piquero y Roces. Fuertes en defensa, las jugadoras de Stanis García recuperaban la bola con cierta facilidad y en una de estas ocasiones Fernanda Muñoz lanzo a Laia Juan que sirvió un pase al área rematado por Anna Bulló en su primer gol esta temporada. Un par de minutos más tarde Piquero volvió a ser vital y se asoció a Sara Roces, que en medio del área y a media vuelta convirtió un gran gol. Sin embargo, poco le duraría la alegría al equipo de Tasha Lee, porque apenas se sacó de centro, Inés Severino se coló por la izquierda de la portería asturiana y en jugada individual sorprendió a Hidalgo, para irse al descanso con ventaja.
En la segunda parte el Telecable incrementó su presión con una defensa más alta, obligando a las jugadoras del Coruña da pases menos claros y a jugar en el límite, provocando continuas pérdidas de bola por parte de las coruñesas y gozando de numerosas ocasiones desbaratadas por una Caretta magnífica y por una defensa muy concentrada. A partir del minuto 10 el Coruña se sacudió algo el agobio gozando de ocasiones en rápidas transiciones provocadas por un Telecable volcado. Pero a ocho minutos del final Ana Caterina recuperó la bola en media pista, dejando a Nuria Almedia sola para batir a la portera italiana del Coruña.
Los últimos minutos fueron de agobio constante en la portería coruñesa aunque también se pudo inclinar la balanza para el lado gallego, si el árbitro hubiera concedido el gol de Bea Gaete, anulado por entender el colegiado que la jugadora había cometido falta en su remate. No está teniendo suerte con las decisiones arbitrales el equipo de Stanis García, en este inicio de temporada. El asedio asturiano encontró premio cuando Sara Roces, esa jugadora inmensa que lleva once goles en siete partidos, culminó un dos contra uno y batió a Caretta. Faltaban 39 segundos para el pitido final.
Un resultado amargo para las coruñesas, si bien, en el lado positivo, hay que señalar la evidente mejora en el juego colectivo y el reencuentro de Anna Bulló con el gol. Por contra, deberá trabajar Stanis García no sólo el ánimo sino la seguridad defensiva del equipo en los últimos minutos. En todo caso estuvo a la altura el Coruña en una cita bien complicada y deberá ahora descansar y rearmarse para las dos siguientes, no menos difíciles. El miércoles deben viajar a Manlleu y el sábado, en horario de 13:00 horas, recibir en Riazor al todopoderoso Palau.
La suerte cambió de orilla, en Ok Plata
Y si en Gijón el desequilibrio llegó a 39 segundos del final, Adrián Candamio logró un punto de oro en Tordera para el Dominicos a falta, solamente, de 26 segundos. Un gran disparo, lejano y cruzado, del coruñés ponía el 2-2 en las condiciones, además, más difíciles para el equipo de Togores, cuando estaba en inferioridad por la tarjeta azul sacada a Marcos Vaamonde por una falta en un bloqueo. Además, había visto también azul Iñigo Varela por una protesta desaforada tras la jugada en cuestión. Nada hacía pues presagiar que Dominicos lograse rescatar un punto y todo apuntaba a una nueva derrota, quedándose con la sensación, al igual que el pasado sábado frente a Vendrell, de que habían podido lograr algo más.
Pero en eso llegó Candamio, todo acierto y todo temple en los momentos difíciles. Ya había conseguido el primer gol merced a un penalti apenas tres minutos antes, cuando el Tordera se había puesto 2-0 tras a directa convertida por el coruñés Nico Torres. Los últimos minutos del partido son de esos que sirven de mucho en las escuelas de hockey. Lo que se debe y no se debe hacer para encarar el final de un encuentro. Cómo mantener la bola en inferioridad, cómo manejar los tiempos y los nervios, cómo defender sin hacer falta y cómo elegir el momento de atacar. Una lección magistral de Candamio que rescató un punto, junto a un Iago López que paró una directa en el momento más complicado. Todo un reto para un joven portero. Consigue así Dominicos su primer punto y algo de tranquilidad para esperar al derbi de la próxima semana, frente a Compañía de María, el sábado 30 en Monte Alto.
Menos dramatismo tuvo el partido, precisamente, de Compañía de María frente a un Mataró que se mostró superior en los primeros diez minutos de la segunda parte, justo cuando se abrió brecha en el marcador. Llegaba, el equipo de Canosa, con la amargura de los últimos minutos del partido en Igualada pero también con la alegría de la convocatoria de Hugo Mareque y Dani Garea a la concentración de la selección española Sub 19. Llegaba, también, con la tranquilidad y el desparpajo que da haber ido ganando partidos y estar en una situación relajada sin ver comprometida la permanencia.
Todo ello se le notó, especialmente en la primera parte en la que mantuvo un toma y daca con los catalanes sin complejo alguno. Pudo adelantarse el equipo colegial en una directa que no logró convertir Buruaga pero dio primero el Mataró a siete minutos del descanso, cuando el partido andaba algo loco y Floriach enganchó un tiro de media distancia, completamente franco, con el que batió a un Javi Ponte hasta ese momento inmaculado. Poco disfrutó de la ventaja el conjunto catalán porque dos minutos después Liñán robaba en media pista y convertía el primer gol en jugada personal.
Ambos equipos gozaron de buenas oportunidades para adelantarse como un tiro de Centoira que hizo sonar el hierro del poste o un dos contra uno de Mataró que salvó Ponte en una gran intervención. Pero cuando ya parecía que las tablas llegarían al descanso, una falta de intensidad deportiva le permitió a Belarte batir al portero coruñés con un tiro franco prácticamente desde el punto de penalti. Por si el jarro de agua no había sido suficiente, cuando apenas se había disputado minuto y medio de la segunda parte, Marc Ollé enganchó el tercer gol. Pero no se rindió Compañía y siguió intentando la remontada. Con ella soñó cuando Ivan Centoira cruzaba un disparo imposible para Grané culminando un dos contra uno. Y aún más cerca parecía el empate cuando Buruaga remató una bola que Centoira le había birlado al defensor catalán. La grada se vino arriba y el equipo también. El delirio llegó cuando, a cinco minutos y medio del final, Mataró cometió la décima falta; el empate estaba ahí pero Negro Liñán no acertó a convertir la directa.
De ahí al final el partido se rompió y pudo caer de cualquiera de los dos lados. A las oportunidades de Compañía se sucedían ocasiones del Mataró desbaratadas por Ponte. Hasta que a minuto y medio del final Oriol Lladó acertó en un tiro lejano que pilló tapado al portero coruñés. Era la sentencia. Gran partido, no obstante, de los colegiales, que el sábado se medirán a Dominicos en un partido que se aparece como apasionante. Por su parte el equipo de Bronce ganó por la mínima al equipo vitoriano de Bibegi Batgora pero no pudo, el domingo, con el Telecable en Gijón.
