En el mítico patio del Liceo todo es ajetreo. No es nuevo el ruido de risas, gritos y sticks. Pero estas semanas un nerviosismo feliz que sugiere algo más.. la emoción de quienes en pocas horas aterrizarán en Cataluña para participar en el Eurockey. Dos equipos Sub-15, masculino y femenino, viajarán junto al staff y sus familias a disfrutar de unos días de ilusión bien merecidos tras el magnífico trabajo del pasado año. “Hacía muchísimos años que el Liceo no estaba en este torneo, y creo que es una experiencia brutal y muy enriquecedora para los niños y niñas.”. Quien así habla es Noe Uzal, una de las artífices del éxito. Ex jugadora, entrenadora de base por vocación y convicción, habla de sus jugadoras con pasión y cariño pero también de sus compañeros de aventura, César Gómez – entrenador del alevín – y José Ares, coordinador, maestro y compañero del alma en este duro pero ilusionante camino. “Muy feliz por ellos”, continúa Uzal, “Son dos entrenadores de referencia de los que tengo el gusto de poder aprender día a día y con los que he hecho buenas migas y un buen grupo de trabajo. Sin ellos muchas de estas cosas no tendría sentido, y no somos todavía conscientes del lujo que es tenerlos en el cuerpo técnico.”

El equipo masculino – mixto, más bien – se ganó la clasificación la pasada primavera, en Alameda de Osuna, cuando se colgaron el bronce estatal en la categoría. Cuatro temporadas hacía que el Liceo no aparecía en las listas de honor de los campeonatos de España, desde aquél juvenil de los Tomba, Centoira, Ponte, Expósito, Paz.. César Gómez, entrenador principal de aquél equipo, lo tiene claro: “La clave ha estado en el trabajo de todos, han sido muchos sacrificios por parte de los chavales, de los padres, de los entrenadores sus familias, del club y el colegio…detrás de ese bronce hay muchas horas de entrenamiento…y además hemos sido un EQUIPO tanto dentro como fuera de pista y hemos sabido tener ese gen de competitividad que tiene este club”. Él llegó hace ya varios años a la base liceísta, como un entrenador más, pero se ha ido convirtiendo en uno de los principales referentes. Ahora sonríe y disfruta del éxito aunque es consciente del trabajo que hay por delante “Nos queda muchísimo trabajo para estar al nivel de los equipos catalanes y volver a estar donde estábamos hace muchos años pero este tiene que ser el camino y que el nombre del club vuelva a aparecer en Campeonatos de España de manera continuada.”.
Una asignatura pendiente, la de la Base, que un gran club como el Liceo arrastra desde hace tiempo y que ha tratado de subsanar con la incorporación de un clásico, un monstruo del banquillo en categorías inferiores. Seguramente el maestro para muchos, José Ares, el “Gordo Ares” que se trajo de nuevo al Liceo su experiencia, sus conocimientos y su mano izquierda para tratar a los más jóvenes. Ares es hombre de mucha acción y menos palabras, y cuando habla del Liceo lo sintetiza muy bien “Es mi casa, la mayor parte de lo mucho o lo poco que se, se lo debo al Liceo, mejor dicho, a las buenas gentes del Liceo”. Las buenas gentes que le adoran, como César Gómez, antaño su pupilo y ahora compañero de fatiga en los banquillos “Conozco a Jose Ares desde que empecé a jugar al hockey…ha sido mi entrenador desde muy pequeño y la relación que tenemos es la de confianza total…aprendo cada día a su lado para mí es el entrenador que más me ha influido en mi manera de entrenar junto con Raúl Sánchez…es el mejor entrenador de categorías inferior de Galicia así que para mí es un máster estar a su lado cada día…y lo que intento trasmitir es cómo ve el hochey y la pasión por este deporte”.

Las chicas irán de invitadas, gracias a sus buenos resultados autonómicos y a la progresión del equipo. Porque las chicas no tenían campeonatos de España a excepción del Sub-17, aunque ahora ya será distinto, a partir de esta temporada, como explica Noemí Uzal “Ellas tienen la suerte de que ahora se han implementado Copas de España en categoría alevín, infantil y juvenil que es el equivalente a los campeonatos de españa pero en este caso en categoría femenina, algo impensable hace años, y una etapa muy bonita dentro del deporte de base, sería absurdo no aprovecharla, pero para ello hay que poner los pies en la tierra y volver a ponerse el mono de trabajo para poder disfrutarlo.”. No hay atajos. Entrenar, disfrutar y no saltarse etapas. Esa es la única receta, según Noe Uzal “Cada cosa tiene su momento y las etapas hay que ir quemándolas, porque en muchas ocasiones tenemos mucha prisa o nos meten cosas en la cabeza y nos hacen tener pajaritos y expectativas que no tocan todavía.”.
Carlota, Vera, Lucía, Laura, Ainhoa… algunas llegadas hace poco tiempo a la pista de Matogrande pero otras empezaron de la mano de Noe cuando aún prácticamente no sabían patinar, en el primer equipo micro femenino que hubo en Galicia. Mucho tiempo y esfuerzo desde entonces. “me propuse sacar un equipo entero de niñas en categoría micro jugando contra equipos masculinos y mixtos y que fuesen creciendo, y aunque parece una eternidad, aún son infantiles la gran mayoría de ellas. Ha sido un camino largo y duro, y todavía queda mucho que andar, pero feliz por ellas y porque puedan vivir esta experiencia.”. Ahora el Eurockey y luego la Liga, las finales, los sectores… el momento de la verdad se acerca para estas chicas “es el momento en el que tienen que dar un paso adelante, y valorar si quieren seguir creciendo y mejorando para llegar en las mejores condiciones y pelear por el objetivo de jugar en categoría nacional o quedarse ahí”.

Uzal ha luchado siempre por el hockey base, y muy especialmente por el femenino. Ahora no solo lleva las riendas de estas jóvenes sino que se ha embarcado también en la aventura del Marineda. Le preguntamos cómo encuentra tiempo para todo. La respuesta está clara: “Soy una apasionada del hockey, y aunque a veces durante la semana me tiro de los pelos con tantos frentes abiertos, la satisfacción que me da cuando las cosas se hacen bien es mucho mayor al estrés del día a día. He decidido que yo quería hacer esto en el hockey, y he asumido que mi tiempo es escaso, y que mis fines de semana son de locos de pabellón en pabellón, pero lo llevo de la mejor manera posible, aunque no te voy a esconder que hay momentos de la temporada que me dan ganas de mandar todo a la mierda con tanto trabajo, pero el amor que siento hacia el hockey es mucho mayor que ese pensamiento. Al final llevo años peleando por el hockey femenino, no tendría sentido no apoyar este proyecto y dejar morir algo por lo que trabajo día a día. Las niñas tienen que tener referentes ahí arriba, para que el día de mañana puedan tener salidas aquí en casa y tengan motivación en el día a día y objetivos a corto o medio plazo”.
La algarabía se ha trasladado a Alvedro donde el verde tiñe al hall y las risas nerviosas contagian a los viajeros. Estar camino del Eurockey es un premio para familias y jugadores. “Más que premio es un incentivo, la recompensa, si es que la tenemos, llegará al final de la temporada” tercia José Ares. Lo suyo es poner cabeza y sosiego en un proyecto que aspira a hacer cosas bonitas a largo plazo. Trabajo, trabajo, y trabajo. Y pasión. No hay atajos. Ares lo tiene claro. Él es uno de los especialistas en hockey de base y en los últimos años se ha ido decantando por el hockey femenino. Le preguntamos qué hace falta para que el hockey femenino gallego “dé un golpe en la mesa” y se presente como uno de los grandes también a nivel de clubs en España. “Apostar de verdad por la base femenina, como? Pues incentivando en los clubes la formación de equipos femeninos al completo, entendiendo que la problemática que rodea a las chicas, gran parte de ella se soluciona empezando a trabajar con ellas desde edades tempranas, lo mismo que sucede con los chicos”.
Llega el momento de salir hacia el momento soñado. Chicos, chicas y familias. A disfrutar de unos días distintos, intensos y compartirlos con equipos de toda Europa. César Gómez sonríe aunque la procesión va por dentro. Él lo vivirá doblemente. Su hija Vera, una de las mejores jugadoras gallegas de su generación, participa en el torneo. El entrenador deja paso al padre. “Se pasa mucho peor en la grada, muchísimo peor que en el banquillo, pero disfruto viéndola”. Tiene claro cuál es el papel de las familias: “dejarlas disfrutar y que sean felices haciendo deporte, a veces cometemos el error de presionarlas demasiado (yo también lo cometo) y sobre todo tenemos que tener claro que podemos ayudarlas pero las que se tienen que equivocar para aprender son ellas…y otra cosa muy importante es confiar totalmente en el entrenador o la entrenadora que es quien está a su lado cada día para que mejore”. Nada más que decir. Buen vuelo, buen viaje y a vivir el Eurockey intensamente.

