Vecinos y usuarios denuncian el peligro en varios tramos, mientras el muro del Mandeo 50 amenaza con colapsar
El Camino da Veiga, una vía tradicionalmente utilizada por vecinos, agricultores y paseantes en Betanzos, se ha convertido en un foco de preocupación debido al evidente deterioro de su estructura. El Bloque Nacionalista Galego (BNG) ha llevado al Pleno municipal una denuncia formal sobre el riesgo de derrumbes en varios puntos de este recorrido, exigiendo medidas inmediatas para evitar posibles accidentes.
Un muro al borde del colapso y un camino que se hunde
Según explicó Amelia Sánchez, portavoz del BNG, el principal peligro se concentra en el muro de carga del edificio del Mandeo 50, que presenta grietas y una inclinación cada vez más pronunciada hacia el camino. «Ya lo advertimos antes: este muro está cediendo y podría derrumbarse en cualquier momento, poniendo en riesgo a quienes transitan por aquí», señaló.
Además, en otro tramo del camino, cerca del cruce con el llamado «Camiño do Medio», un desnivel del terreno ha provocado el hundimiento parcial de la pista, lo que dificulta el paso de vehículos y peatones. «Hay un terraplén que ha cedido, y si no se actúa, podría arrastrar consigo parte del camino», advirtió Sánchez.
Un proyecto de reparación a medias
El BNG recordó que la rehabilitación completa del Camino da Veiga estaba incluida en un Plan de Ordenación Sectorial (POS), pero solo se ejecutó una parte menor del proyecto. «Quedó a medias, sin llegar a solucionar los tramos más conflictivos», criticó la portavoz.
Los nacionalistas también reclaman la recuperación del «Camiño de arriba», una vía alternativa actualmente sin asfaltar que serviría para aliviar el tránsito y ofrecer una ruta más segura hacia la carretera DP-0905. «¿Por qué no se terminó el proyecto? Los vecinos lo pidieron en los presupuestos participativos, pero el gobierno no ha actuado», cuestionó Sánchez.
El Mandeo 50: un edificio abandonado y peligroso
El edificio del número 50 de la calle Mandeo lleva años en estado de abandono, acumulando suciedad y generando inseguridad. Desde el BNG denuncian que, pese a las múltiples quejas vecinales, el gobierno municipal no ha tomado medidas contundentes.
«Han caído escombros desde el inmueble, hay riesgo para los caminos colindantes, y nadie ha inspeccionado a fondo su estabilidad», denunció Sánchez. El partido exige que se aclare el estado del expediente urbanístico de este edificio y se actúe para su demolición. «En nuestras alegaciones al PXOM ya lo dijimos: el Mandeo 50 debe desaparecer, y en esa zona solo deben permitirse viviendas unifamiliares», insistió.
Vecinos piden seguridad
El Camino da Veiga es, desde la pandemia, una zona muy transitada por familias, deportistas y agricultores locales. Su deterioro no solo afecta a la movilidad, sino también a la seguridad de quienes lo usan a diario.
«No podemos esperar a que ocurra una desgracia. El Ayuntamiento debe actuar ya», reclaman desde el BNG. Mientras, los vecinos esperan que las advertencias no caigan en saco roto y que, por fin, se tomen las medidas necesarias para garantizar un paso seguro por esta histórica vía betanceira.