De sobra es conocida la caótica política del gobierno de Inés Rey-Lage Tuñas en temas de personal. La fiscalía investiga nombramientos sobre los que sobrevuela la sombra del favoritismo
El departamento de personal del Concello de A Coruña ha seguido durante los últimos tiempos una política basada en cubrir puestos mediante el nombramiento de personas en situación de comisión de servicios. Esta práctica abusiva ha llevado a casos tan esperpénticos como el nombramiento de un informático para la jefatura de exposiciones y museos, o la designación de un experto en actividades agrónomas para tareas de economía y personal.
Todos estos nombramientos comparten un nexo: son perfiles afines al concejal plenipotenciario José Manuel Lage Tuñas, responsable de gestionar el 80% del presupuesto de todas y todos los contribuyentes.
Dentro de las distintas concejalías que tiene el gobierno de Inés Rey, una de las más sensibles es Servicios Sociales, área que atiende necesidades que afectan a la parte de la sociedad más desfavorecida y desprotegida.
Desgraciadamente, la calamitosa situación del departamento de personal afecta también a Servicios Sociales, traduciéndose en una peor atención a las ciudadanas y ciudadanos usuarios de los servicios públicos.
La teniente de alcaldesa, Eudoxia María Neira, concejala de Bienestar Social, cuenta con la siguiente estructura operativa:
- Tres jefes y jefas de nivel 30 (máximo nivel retributivo en la administración). Solo uno está ocupado por una funcionaria del Ayuntamiento de A Coruña.
- El siguiente nivel, jefaturas de servicios, debería estar compuesto por más trabajadores. Actualmente no hay ninguno. Los tres superjefes no tienen nadie en segundo nivel.
- El tercer nivel, jefaturas de departamento, obedece a un puesto más operativo, dedicado a dar salida a los expedientes. Solamente existe una única persona ocupando y ejerciendo este puesto de responsabilidad.
Esta situación de descontrol no ocurre únicamente en esta concejalía, pero ésta tiene que afrontar tareas de máxima sensibilidad.Todo esto provoca retrasos y deficiencias en el funcionamiento de servicios como:
- Servicios de información de servicios sociales.
- Valoraciones y asesoramiento.
- Atención domiciliaria.
- Servicio de ayuda en el hogar.
- Servicio de Teleasistencia.
- Servicio de comida en el hogar.
- Programa de Inclusión Social.
- Servicios Municiales de Urgencia Social.
- Programa sin techo.
- Atención a la dependencia.
- Centros cívicos.
Todos estos servicios de primera necesidad no pueden ser víctima de una negligente gestión de personal, pero tampoco de la inacción de los responsables políticos del área que no buscan soluciones.
Un equipo de trabajo diseñado para la colocación de personas afines y no de funcionarios que resuelvan los problemas.