La parada del Deportivo en el mercado de invierno ha dejado a los aficionados del club herculino con un sabor amargo y un mar de dudas.
Con una primera vuelta que más bien parecía un montaña rusa de emociones, la esperanza de ver caras nuevas se desvaneció como un sueño efímero.
Después de tropezar más de lo deseado en el primer tramo de la temporada, muchos esperaban que el mercado de invierno trajera al menos un par de refuerzos para enderezar el rumbo. Pero nada de eso. La lista de fichajes sigue en blanco, y la afición se pregunta qué está pasando en la oficina de la directiva.
La falta de movimientos en este mercado de fichajes ha desatado un torrente de comentarios en las redes sociales y en las discusiones entre amigos y familiares. Los hinchas expresan su descontento y, francamente, su desesperación por la falta de iniciativa para mejorar el equipo.
La verdad es que las necesidades del Deportivo están más claras que el agua. Con algunos sectores del equipo dando más pena que gloria, los aficionados esperaban que la directiva al menos intentara solucionar el entuerto. Pero, hasta ahora, la inacción es la única jugada en el libro.
Las críticas en los bares y en las gradas no se hacen esperar. La gente quiere respuestas, y la directiva está bajo el foco. ¿Dónde está la ambición para fortalecer al equipo cuando más se necesita? Es la gran pregunta que ronda entre la hinchada, y la directiva tiene tarea para responder.
La segunda mitad de la temporada se avecina como una especie de examen final. Con la afición desilusionada y preguntándose por el futuro del equipo, el Deportivo necesita dar un golpe de timón. Las próximas semanas dirán mucho sobre la capacidad de la directiva para leer el juego y tomar decisiones acertadas.