Mañana, a las 12 del mediodía, los vecinos de las casas de Franco se reunirán una vez más para manifestar su descontento, en lo que se ha convertido en un conflicto sin aparente fin.
El origen de este conflicto radica en las controversiales obras de remodelación y urbanización que se habían planificado para la zona. Estas obras, sin embargo, se encuentran actualmente paralizadas. Los residentes han expresado repetidamente sus preocupaciones sobre el impacto que estos cambios podrían tener en la calidad de vida, el entorno y la accesibilidad del área.
Desde el inicio de las protestas, los vecinos han mostrado una notable unidad y determinación, organizando manifestaciones periódicas para visibilizar sus demandas y presionar a las autoridades competentes. A pesar de sus esfuerzos, el conflicto sigue sin resolverse, y las obras continúan en suspenso.
Además, la paralización de las obras ha generado un ambiente de incertidumbre tanto para los residentes como para los trabajadores implicados en el proyecto. Sin una resolución clara a la vista, el futuro de esta zona sigue siendo incierto.