La llegada de los nuevos contenedores para la recogida de residuos orgánicos ha causado una mezcla de sorpresa e indignación entre los hosteleros de Sada. Los empresarios del sector han recibido en sus locales unos cubos de dimensiones reducidas, de apenas 30 centímetros de alto por 20 de ancho, que consideran insuficientes para gestionar los desechos generados en su actividad diaria.
A la falta de capacidad de estos contenedores individuales se suma la instalación de los nuevos depósitos comunitarios en la vía pública. Según han denunciado los hosteleros, cada contenedor ha sido asignado a cinco locales y a los vecinos del área, lo que plantea dudas sobre su funcionalidad y capacidad real. Además, el acceso a estos depósitos está restringido mediante una tarjeta electrónica, un sistema que, aunque busca mejorar la gestión de los residuos, ya ha generado problemas y críticas entre los afectados.

Críticas del sector hostelero
Desde la gerencia de varios establecimientos insisten en que las medidas adoptadas no responden a las necesidades reales del sector. “Nos parece bien que se quiera avanzar en la recogida de residuos orgánicos, pero esto es una chapuza. Los cubos individuales son un chiste y los contenedores comunitarios no van a dar abasto”, señala un hostelero de la zona.
Otros profesionales apuntan a la falta de consulta previa antes de implantar este sistema. “Se ha hecho sin contar con nosotros, sin preguntar cuáles son las necesidades reales de los negocios. Ahora nos encontramos con un problema que afecta a nuestra operativa diaria y no sabemos si el Concello va a tomar medidas para corregirlo”, lamenta otro empresario del sector.
Un intento de modernización con dudas en su aplicación
El sistema de contenedores con tarjeta electrónica forma parte de un plan para modernizar la gestión de residuos en Sada, siguiendo la normativa europea de reciclaje y reducción de desechos. Sin embargo, la ejecución del proyecto deja muchas dudas sobre su viabilidad práctica, especialmente en sectores con una generación de residuos mayor a la de un hogar convencional.
Por el momento, los hosteleros de Sada esperan que el Ayuntamiento tome nota de sus quejas y busque una solución más ajustada a la realidad del sector. “Estamos a favor del reciclaje, pero necesitamos un sistema que funcione en la práctica, no solo en el papel”, concluyen.