La primera jornada de fútbol 8 en A Coruña ha vuelto a poner en evidencia una problemática en el fútbol base que preocupa a entrenadores, padres y a quienes desean ver un enfoque verdaderamente formativo. En las categorías benjamín y alevín, un 23% de los partidos finalizaron con diferencias de 10 o más goles, mostrando que en muchos casos el nivel competitivo no está equilibrado. Estos resultados abren la pregunta de si el fútbol base en A Coruña sigue siendo formativo o si, por el contrario, se ha convertido en un negocio donde priman los beneficios económicos sobre los objetivos de enseñanza y desarrollo de los jóvenes.
Goleadas y Desigualdad Competitiva: Síntomas de un Problema Estructural
Las goleadas reflejan una falta de equilibrio en el nivel de competencia, y esta situación se debe en gran parte a la acumulación de equipos en ciertos clubes. Algunos de los clubes más grandes tienen equipos A, B, C e incluso D en cada categoría, lo que les permite confeccionar plantillas con jugadores destacados en los primeros equipos, dejando a los demás equipos con menos nivel. Esto les permite mantener una ventaja competitiva y atraer a los padres interesados en ver a sus hijos en clubes con altos índices de victoria.
Por otro lado, los clubes más pequeños, que apenas logran reunir una plantilla, enfrentan mayores dificultades para competir y obtener buenos resultados. Este desequilibrio no solo afecta a los resultados deportivos, sino que también pone en entredicho el propósito formativo del fútbol base. Si la esencia del fútbol base es educar y desarrollar habilidades en los jóvenes, ¿cómo puede lograrse cuando los partidos se tornan en desigualdades tan evidentes?
El Negocio en Torno al Fútbol Base: Cuotas, Equipación y Subvenciones
Más allá del aspecto deportivo, el fútbol base en A Coruña parece haberse convertido en un motor económico para algunos clubes. La inscripción a los equipos implica cuotas mensuales de socio que en muchos casos no son accesibles para todas las familias. Además, a esto se suman los costos de uniformes, chándales, mochilas y otros complementos que cada jugador debe tener para competir en el equipo. Aunque el coste puede variar entre clubes, es una realidad que este tipo de requerimientos supone una inversión considerable para las familias.
La situación se agrava cuando se consideran los salarios de los entrenadores, que en muchos casos son bajos a pesar de la elevada recaudación en cuotas y subvenciones públicas que obtienen algunos clubes. Estos datos llevan a cuestionarse si los fondos generados por el fútbol base están verdaderamente orientados a mejorar la formación y la experiencia de los jóvenes futbolistas o si, en cambio, el enfoque se ha desplazado hacia un modelo de negocio.
La Formación Deportiva en Segundo Plano
Con la presión por obtener resultados y mantener la rentabilidad del club, el objetivo formativo parece haberse diluido en favor de metas económicas. El fútbol base debería centrarse en enseñar a los niños valores como la disciplina, el esfuerzo, el respeto y la colaboración en equipo. Sin embargo, cuando el modelo prioriza los ingresos por sobre el aprendizaje, se pierde parte del espíritu deportivo.
El desarrollo de jugadores pasa a un segundo plano, y lo que queda es una visión del fútbol base como una vía para mantener el éxito del club en las competiciones y, con ello, garantizar una buena afluencia de nuevas inscripciones. Esta situación, además, afecta a la calidad de los entrenamientos. En muchos casos, los entrenadores que reciben bajos salarios no cuentan con las condiciones para ofrecer una formación adecuada, ya que sus horarios y recursos son limitados.
Hacia un Fútbol Base Equilibrado y Formativo
Es evidente que el fútbol base en A Coruña necesita ajustes para recuperar su enfoque formativo. Para lograr un cambio, sería ideal promover una normativa que limite la acumulación de equipos por club, asegurando que los recursos y la atención a los jugadores se mantengan balanceados. Además, establecer un sistema de subvenciones y apoyo que priorice a los clubes pequeños ayudaría a crear una competencia más justa.
Otra medida importante sería garantizar condiciones laborales justas para los entrenadores, proporcionando sueldos y condiciones de trabajo que permitan dedicar tiempo y recursos a la formación de los jóvenes jugadores. Solo así se logrará que el fútbol base vuelva a ser un espacio de aprendizaje y desarrollo en valores, donde el bienestar de los niños y el crecimiento deportivo prevalezcan sobre los intereses económicos.
A Quién Beneficia el Fútbol Base Coruñés
La realidad actual del fútbol base en A Coruña refleja un sistema desbalanceado en el que el enfoque formativo ha sido eclipsado por el interés económico. La acumulación de equipos en clubes grandes, las cuotas elevadas y los bajos salarios de los entrenadores apuntan a una estructura que beneficia a pocos en detrimento de la verdadera razón de ser del fútbol base: la formación de futuros deportistas y, sobre todo, de personas.
Este debate abre la puerta a una reflexión necesaria sobre el rol del fútbol base en nuestra sociedad. Se trata de una oportunidad para replantear sus objetivos y su organización, devolviendo el enfoque a lo que realmente importa: el desarrollo integral y el bienestar de los jóvenes jugadores.