Los continuos incumplimientos por parte del Gobierno local han llevado al BNG a anunciar que no apoyará los presupuestos de 2025
La alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, enfrenta un panorama político complicado tras el anuncio de Francisco Jorquera, portavoz del BNG, de no apoyar los presupuestos municipales de 2025. Esta decisión, comunicada durante un pleno extraordinario el pasado lunes 18, deja al Gobierno local sin aliados claros para sacar adelante unas cuentas actualizadas, lo que podría llevar a una prórroga presupuestaria.
Escenarios posibles para los presupuestos:
- Presupuestos prorrogados:
- En ausencia de un acuerdo con otras fuerzas políticas, el Concello podría operar con los presupuestos de 2024 prorrogados. Si bien esta medida garantiza la continuidad de las operaciones municipales, limita la capacidad de adaptación a nuevas necesidades y proyectos.
- Negociaciones con el PP:
- Aunque teóricamente podría buscar el apoyo del Partido Popular, liderado por Miguel Lorenzo, las diferencias ideológicas, estratégicas y políticas hacen que esta opción sea improbable.
- Cuestión de confianza:
- Inés Rey podría plantear una cuestión de confianza vinculada a la aprobación de los presupuestos. Este movimiento pondría presión sobre la oposición, ya que su negativa a aprobarlos podría abrir la puerta a una moción de censura.
Consecuencias de la falta de apoyos:
La negativa del BNG refleja un desgaste en las relaciones entre las dos fuerzas, agravado por los continuos incumplimientos del Gobierno local, que han sido criticados reiteradamente por Jorquera. Esta situación deja a Rey aislada políticamente, lo que podría complicar aún más la gestión municipal en un momento clave para la ciudad, con proyectos como la AESIA y la Ciudad de las TIC en el aire.
En este contexto, la falta de un presupuesto actualizado podría afectar negativamente al desarrollo de políticas públicas y a la confianza ciudadana en el Gobierno local.
La fórmula de la cuestión de confianza
La posibilidad de que Inés Rey utilice la cuestión de confianza como fórmula para aprobar los presupuestos de 2025 está legalmente disponible, pero viene acompañada de riesgos políticos y limitaciones legales que podrían complicar aún más su situación.
Pasos previos y riesgos de la cuestión de confianza:
- Debate previo en el pleno:
Según el artículo 197 bis, apartado 3, de la Ley Orgánica 5/1985 del Régimen Electoral General, es necesario que el proyecto de presupuestos sea debatido previamente en el pleno. En este proceso, los grupos de la oposición pueden enmendar las partidas y las bases de ejecución, lo que podría resultar en la aprobación de un presupuesto modificado y controlado por la oposición. Para Rey, gobernar con un presupuesto moldeado por sus rivales sería políticamente incómodo y una muestra de su debilidad.
- Riesgo político y desgaste:
- El procedimiento requiere que Rey vincule su continuidad como alcaldesa al respaldo de los presupuestos, lo que eleva significativamente la presión. En un contexto en el que la oposición es mayoritaria y cuestiona su liderazgo, el riesgo de perder la votación podría provocar una moción de censura.
- Además, como recordó Francisco Jorquera, la alcaldesa no ganó las elecciones, lo que limita su legitimidad política ante movimientos de este tipo.
- Restricciones legales:
La legislación solo permite plantear dos cuestiones de confianza durante un mandato. Si Rey recurre a este mecanismo para aprobar los presupuestos, reduciría su margen de maniobra para utilizarlo en el futuro, especialmente en contextos de mayor urgencia política.
Escenarios para 2025:
Dado el distanciamiento con el BNG y la improbabilidad de acuerdos con el PP, lo más plausible es que el Concello opere con los presupuestos prorrogados de 2024. Este escenario podría agravar la percepción de parálisis administrativa y debilitar aún más al Gobierno local, ya que los presupuestos actuales han mostrado un bajo nivel de ejecución y han sido duramente criticados.
La cuestión de confianza puede parecer una salida atractiva para desbloquear los presupuestos, pero los riesgos de este mecanismo, combinados con el aislamiento político de Rey, hacen que esta opción sea poco viable. Todo apunta a que 2025 será otro año marcado por la continuidad de unas cuentas desactualizadas, lo que pondrá en evidencia la incapacidad del Gobierno local para generar consensos y liderar la gestión municipal.
La situación de debilidad de Inés Rey
La situación de Inés Rey como alcaldesa de A Coruña refleja una creciente debilidad tanto en el ámbito institucional como dentro de su propio partido, el PSOE, lo que pone en duda su capacidad para liderar de forma efectiva en un momento crítico para la ciudad.
Tensión con la oposición:
- Críticas del BNG:
Francisco Jorquera, portavoz del BNG, aprovechó una entrevista en Radio Voz para cuestionar directamente la afirmación de Rey de que estaba «al frente» del gobierno. Según Jorquera, Rey actúa más como una figura institucional que como una líder activa, destacando así su falta de iniciativa en asuntos clave.
- Posición del PP:
Miguel Lorenzo, portavoz del PP, fue aún más contundente al invitar a Rey a «echarse a un lado», lo que equivale a una sugerencia de dimisión. Este posicionamiento refuerza la percepción de aislamiento político de la alcaldesa y evidencia que su liderazgo no cuenta con apoyos sólidos fuera de su propio grupo municipal.
Debilidad interna en el PSOE:
- Fracturas en el grupo municipal:
La falta de cohesión en el grupo socialista dentro de María Pita es evidente. Las divisiones internas constatadas por Noticias Coruña limitan aún más la capacidad de Rey para avanzar en su agenda, exacerbando la situación de minoría en la que gobierna.
- Pérdida de influencia en el PSOE:
- Inés Rey ha perdido protagonismo en el ámbito nacional del PSOE, pasando de ser considerada para cargos relevantes, como el de ministra, a no contar con peso en la delegación que asistirá al Congreso del PSOE en Sevilla.
- La escasa participación de militantes en la asamblea extraordinaria para preparar dicho congreso, con menos de veinte asistentes, evidencia un bajo poder de convocatoria y una pérdida de respaldo interno.
La suma de estos factores deja a Inés Rey en una posición extremadamente vulnerable. Su capacidad para negociar presupuestos, liderar proyectos estratégicos como la AESIA, o mantener cohesión dentro de su propio partido está seriamente comprometida. Esta debilidad puede abrir la puerta a movimientos internos dentro del PSOE para buscar un relevo en el liderazgo municipal, mientras que desde la oposición ya se perciben señales claras de que su continuidad está en entredicho.
Si la alcaldesa no logra revertir esta situación con acciones concretas y liderazgo efectivo, es probable que termine su mandato marcada por la parálisis política y una creciente pérdida de legitimidad, tanto dentro como fuera de su partido.