El PP arremete contra la «chapuza» en la plaza de la Tolerancia
Vecinos y comerciantes de la zona muestran su indignación por la eliminación de más de veinte estacionamientos sin alternativa, mientras critican los defectos de una reforma que, aseguran, se planificó «desde el despacho sin conocer el barrio».
La polémica por la política de movilidad del gobierno municipal de A Coruña, liderado por PSOE y BNG, se reaviva una vez más. En el punto de mira, la continua supresión de plazas de aparcamiento en la ciudad, un problema que según el Partido Popular y los vecinos afectados, alcanza su máxima expresión en la reforma del entorno de la plaza de la Tolerancia.
La queja vecinal encontró eco en el Grupo Popular, cuyo portavoz, Miguel Lorenzo, junto con los concejales Roberto Coria y Antonio Deus, se desplazaron hasta la zona para escuchar de primera mano las quejas de residentes, hosteleros y comerciantes. Estos se pusieron en contacto con los populares para trasladar su «disgusto» por la eliminación de más de veinte plazas de aparcamiento sin que se ofrezca ninguna alternativa viable.
Un problema agravado sin solución
El malestar se centra en una zona donde, según relataron los vecinos, «ya no era fácil aparcar antes de la reforma». La obra ha culminado con el cierre al tráfico de una calle donde antes se podía estacionar «a ambos lados, en línea en un lado y en batería en el otro». Esta eliminación de plazas ahonda en una de las quejas crónicas de muchos coruñeses: la creciente dificultad para aparcar en su propia ciudad, un problema que, lejos de solucionarse, se exacerba con este tipo de intervenciones.
Obras convertidas en «chapuzas»
Pero la crítica no se limita a la movilidad. Los populares y los vecinos denuncian numerosos defectos en la obra ejecutada. Señalan un pavimento de baja calidad que «ofrece una imagen de suciedad y deterioro desde el primer día» y un desnivel en un jardín que, al carecer de bordillo, ocasiona constantes charcos en la zona peatonal, incomodando a los viandantes y afeando el espacio.
Desde el PP cargan directamente contra el método del gobierno local. Miguel Lorenzo señaló con dureza: «Las obras se convierten en chapuzas porque se proyectan en los despachos, sin conocimiento de los barrios y se ejecutan sin control municipal». Esta falta de planificación práctica y de supervisión, a su juicio, es la causa directa de los problemas actuales.
Una oportunidad perdida: el aparcamiento de As Percebeiras
El Grupo Popular también aprovechó para recordar una polémica pasada que, según ellos, evidencia la falta de voluntad del tripartito para solucionar el problema de fondo. Critican que PSOE y BNG impidieran en su momento la construcción de un aparcamiento público con 358 plazas libres y gratuitas que estaba incluido en el proyecto de urbanización de As Percebeiras. Aquella infraestructura, argumentan, fue diseñada específicamente para responder a la demanda vecinal sobre la dificultad para encontrar aparcamiento en la zona.
Ante esta situación, el PP ha instado formalmente al Gobierno municipal a que solucione con urgencia los defectos de la reforma de la plaza de la Tolerancia y, lo que consideran más crucial, que compense a vecinos y comerciantes con alternativas reales para paliar la eliminación de aparcamientos. La pelota, ahora, está en el tejado del ejecutivo local.