Es hora de matemáticas, calculadoras y dejar que la pelota ruede
Después de la victoria en el último partido de liga, la forma de conseguirla, el lugar, el rival y los condicionantes del choque, la afición blanquiazul, y esta ciudad tan futbolera como es A Coruña, se ha ganado el derecho, por enésima vez, de soñar, de creer. Vuelve a avistarse en el horizonte la posibilidad de asaltar esa tercera plaza que daría al Real Club Deportivo de La Coruña la oportunidad de jugar el play off de ascenso a Segunda División.
No obstante en la cabeza de los deportivistas en estos momentos no hay más que símbolos, números y operaciones. Una serie de logaritmos neperianos que se apoderan de sus pensamientos. El fútbol transformado en matemáticas, y de las complicadas. Inevitable dejar el balón aparcado durante unos instantes para sacar escuadra y cartabón y mirar con atención clasificación, puntos y enfrentamientos.
Un Zamora ya clasificado (rival del Depor) mirará desde lo más alto la pelea de esta última jornada. Unionistas, Celta B, Depor, Racing de Ferrol e incluso Compostela, son los protagonistas de una ecuación sin duda difícil de resolver, por lo menos hasta que el balón no eche a rodar.
Innegable la buena dinámica del equipo, con dos muy buenas victorias, una mejora en el juego considerable y una afición que vuelve a vivir esperanzada. Sin duda es el momento de dejar atrás viejos fantasmas, doblegar al Zamora en Riazor y esperar a que alguno de los rivales directos por la pelea falle. Imposible medir toda una temporada por un último partido pero no es momento de mirar atrás. Como siempre la pelota dictará sentencia y será la encargada de resolver el logaritmo.