La carretera provisional incumple el proyecto inicial, afectando a zonas verdes, el estanque y el Fuerte de Valparaíso, un Bien de Interés Cultural
El colectivo ciudadano Marea Atlántica ha alzado la voz contra las obras del Proyecto de Mejora de Accesos al Nuevo CHUAC, denunciando graves impactos medioambientales y patrimoniales en el parque de Eirís. Según la organización, la desviación provisional de tráfico —que atraviesa directamente el parque— no solo triplica el espacio público ocupado respecto al plan original, sino que también pone en riesgo el ecosistema del estanque y vulnera la protección del Fuerte de Valparaíso, un monumento catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC).
Incumplimiento del proyecto original
El plan inicial, promovido por el SERGAS y tramitado por la Agencia Galega de Infraestruturas (AXI), establecía que el desvío provisional discurriría paralelo a la calle Julio Montero, evitando el parque. Sin embargo, las autoridades optaron por abrir un camino directo desde el aparcamiento de Lamadosa, atravesando Eirís hasta la Estrada de Acceso ao Porto.
- Impacto en el espacio público: La zona ocupada alcanza los 5.000 m², frente a los 1.500 m² previstos.
- Daños al patrimonio: El nuevo trazado invade el perímetro de protección del Fuerte de Valparaíso (Castillo de Eirís), pese a su estatus de BIC. Marea Atlántica exige supervisión arqueológica, ya que el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) reduce arbitrariamente su área protegida.
Consecuencias medioambientales y sociales
El camino provisional pasa a escasos metros del estanque de Eirís, un hábitat clave para aves y biodiversidad. Ni el estudio de impacto ambiental ni el análisis del nivel freático —clave para evitar daños en el agua— fueron incluidos en el proyecto.
- Tráfico y seguridad vial: La salida provisional desemboca a solo 100 metros del túnel de Eirís, lo que agravará la congestión cuando se derribe el viaducto actual. El Ministerio de Transportes ya advirtió en 2015 que el diseño incumplía la Ley 37/2015 al no garantizar seguridad vial en las vías AC-10 y AC-12. La solución fue traspasar la titularidad de un tramo a la Xunta para eludir normativas estatales más estrictas.
- Transporte público en riesgo: Podría eliminarse la pasarela peatonal que conecta el CHUAC con la parada de Servisa, obligando a los usuarios de autobuses a rodear la peligrosa glorieta de Casablanca.
Falta de transparencia y respuestas institucionales
Marea Atlántica critica la pasividad del Ayuntamiento de A Coruña —que financia parte de las obras—, la Xunta y el Ministerio, acusándolos de priorizar la «rapidez» sobre el patrimonio y la calidad de vida. Pese a que sus alegaciones lograron salvar el muro del Pazo de Guyatt, denuncian que las administraciones actúan «con la mínima intervención posible, sin sensibilidad hacia las personas o la historia».
Las obras del CHUAC han convertido el parque de Eirís en un símbolo de la gestión urbanística cuestionable. Marea Atlántica exige la paralización inmediata de los daños al estanque y al fuerte, así como un plan transparente para mitigar el caos vial. Mientras, vecinos y ecologistas se preparan para nuevas movilizaciones.