Hoy se aprueba una nueva prórroga para un proyecto que sigue sin despegar
La rehabilitación del edificio situado en la calle Marqués de Pontejos, en pleno centro de A Coruña, se ha convertido en un laberinto de retrasos, sobrecostes y problemas de gestión. Este proyecto, destinado a crear cinco viviendas sociales en una zona estratégica de la ciudad, ha pasado por tres mandatos municipales y acumula más incertidumbres que avances. Hoy, la Junta de Gobierno local aprobará una nueva prórroga de tres meses, la tercera desde que comenzaron las obras, en un intento por salvar un proyecto que parece estar atrapado en un círculo vicioso de dificultades.
Un proyecto nacido con buenas intenciones, pero lastrado desde el inicio
El proyecto arrancó durante el mandato de Marea Atlántica, que adquirió el inmueble y diseñó el plan inicial con el objetivo de rehabilitar un edificio en mal estado y ampliar el parque de viviendas sociales del municipio. La iniciativa fue bien recibida, ya que prometía revitalizar una zona céntrica y ofrecer alojamiento asequible en un área con alta demanda. Sin embargo, lo que parecía un proyecto ilusionante se ha topado con una realidad llena de obstáculos.
En junio de 2022, el Ayuntamiento aprobó la licitación de las obras por un valor inicial de 1.754.136,23 euros, con la previsión de ejecutarse en dos anualidades. En el primer año se destinarían 297.532,41 euros, y el resto (1.456.603,82 euros) se asumiría en 2023. Sin embargo, antes incluso de que comenzaran los trabajos, el proyecto ya había experimentado un incremento del 47% en los costes debido al alza de los precios de los materiales de construcción. Este fue el primer aviso de que el proyecto no iba a ser sencillo.
Retrasos acumulados y avances mínimos: un 33,61% de ejecución en más de dos años
La empresa adjudicataria, Ogmios Proyecto, SL, recibió el encargo de ejecutar las obras en un plazo de 10 meses, con la expectativa de que el proyecto estuviera concluido en 2023. Sin embargo, la realidad ha sido muy diferente. En junio de 2023, cuando se concedió la primera prórroga, el avance de la obra era de solo un 6%, un porcentaje alarmantemente bajo que reflejaba la lentitud de los trabajos.
En octubre de 2024, la obra apenas había alcanzado un 33,61% de ejecución, lo que había llevado al Ayuntamiento a conceder una nueva prórroga hasta el 28 de febrero de 2025. Esta es la segunda extensión de plazo, y hoy se aprobará una tercera, de tres meses más. Sin embargo, persisten las dudas sobre si este nuevo plazo será suficiente para finalizar el proyecto. Los retrasos no solo han afectado al cronograma, sino que también han generado nuevos problemas, como el deterioro de los forjados de madera debido a la exposición prolongada a la intemperie.
Sobrecostes y problemas estructurales: un presupuesto que se dispara
El incremento inicial del 47% en los costes de los materiales ya supuso un golpe significativo al presupuesto, pero los problemas no terminaron ahí. Los informes técnicos han alertado de que el deterioro de los forjados de madera, causado por los retrasos, podría generar nuevos sobrecostes no contemplados en el presupuesto recalculado. Además, es probable que se necesiten refuerzos estructurales para garantizar la seguridad y estabilidad del edificio, lo que añadiría más gastos al proyecto.
A esto hay que sumarle el coste inicial de la compra del suelo, que debido a la céntrica ubicación del inmueble, fue considerable. Aunque no se ha especificado el monto exacto, es evidente que este factor ha contribuido a elevar el coste total del proyecto, que ya supera con creces los 2 millones de euros.
Dos preguntas clave: ¿Cuál será el coste final? ¿Por qué no se rescindió el contrato?
Ante este panorama, surgen dos preguntas inevitables:
- ¿Cuál será el coste total de estas cinco viviendas?
Aunque es difícil precisar una cifra exacta, el coste final podría superar ampliamente los 2,5 millones de euros, teniendo en cuenta los sobrecostes ya acumulados y los potenciales gastos adicionales derivados de los problemas estructurales y los retrasos. - ¿Por qué no se ha rescindido el contrato?
La decisión de no rescindir el contrato parece estar motivada por varios factores:- Inversión ya realizada: El Ayuntamiento ha invertido una cantidad significativa en la compra del inmueble y en los trabajos iniciales. Rescindir el contrato implicaría perder esta inversión y tener que reiniciar el proceso desde cero, lo que podría ser aún más costoso y lento.
- Complejidad legal y financiera: La rescisión de un contrato de esta envergadura podría llevar a disputas legales con la empresa contratista, generando costes adicionales y más retrasos.
- Compromiso con la vivienda social: El proyecto tiene un objetivo social claro: aumentar el parque de viviendas sociales en el centro de A Coruña. Abandonar el proyecto podría ser visto como un fracaso en el cumplimiento de este compromiso.
- Presión política y social: La presión para finalizar el proyecto y cumplir con las expectativas de la comunidad podría ser un factor determinante para continuar con el contrato actual, a pesar de los problemas.
Un futuro incierto para un proyecto socialmente necesario
Aunque el Ayuntamiento ha aprobado una nueva prórroga de tres meses, persisten las dudas sobre la viabilidad de cumplir con este nuevo plazo. Los retrasos acumulados, los sobrecostes y los problemas estructurales han convertido este proyecto en un desafío complejo que requiere una gestión cuidadosa y transparente.
La rehabilitación del edificio de Marqués de Pontejos debería ser un ejemplo de cómo revitalizar el centro de las ciudades y ofrecer viviendas sociales en zonas estratégicas. Sin embargo, hasta el momento, se ha convertido en un caso de estudio sobre los desafíos que enfrentan las administraciones públicas al gestionar proyectos de esta naturaleza. La pregunta que queda en el aire es: ¿cuándo y a qué coste final verán la luz estas cinco viviendas sociales tan necesarias?
Mientras tanto, el edificio de Marqués de Pontejos sigue en obras, como un símbolo de las dificultades de conciliar buenas intenciones con una ejecución eficiente.