El brillante comienzo de temporada del Real Club Deportivo de La Coruña en la categoría de bronce del fútbol español se vio paralizado estas últimas jornadas por varios resultados negativos. Dos derrotas y un empate en los últimos tres encuentros. Un punto de nueve posibles hacen enfriar esa llama viva que formaba parte del aura del equipo blanquiazul.
Muchos comienzan a afilar las hojas de sus navajas, a prender la mecha de la dinamita, a buscar fantasmas y allegados para poner en el disparadero. Las mirillas buscan blancos a los que apuntar y las tabernas empiezan a vender más que nunca el vino forrajero.
El juego, ese viejo bribón, desconocido por muchos pero que nunca miente, es a lo que se tiene que aferrar el equipo de Borja Jiménez. Si bien es cierto que en el empate en casa ante la SD Logroñés el equipo estuvo espeso, en las dos derrotas cosechadas el equipo coruñés no habría hecho tal merecimiento para consumarlas. En el último partido en Irún resaltaron sin parar un sin fin de ocasiones que de ser materializadas, sobre todo en la primera mitad, cambiaría el sino del encuentro en su mayor medida.
En este mundo atropellado y de prisas, la calma es más necesaria que nunca en estos momentos. El proyecto es claro y los jugadores entienden a la perfección los compases que marca su entrenador. La plantilla es humilde, sacrificada y rema en la misma dirección. De atravesar estos baches, mejor en estos momentos que en el tramo final de temporada. Todo marcha a su tiempo. En un fútbol de aprendizaje continuo los errores estarán más que analizados y puestos en liza desde el primer momento para erradicarlos en un porcentaje alto.
La comunión de la afición con el equipo estuvo palpable desde el inicio de la temporada y no debe alterarse para mal o disminuirse después de estos pequeños tropiezos, más bien todo lo contrario, estas situaciones solo forman parte del proceso. Este sábado en Riazor será el momento de revertir estos malos resultados contra el San Sebastián de Los Reyes, sin olvidarnos una vez más que en el fútbol por mucho que no queramos verlo habrá siempre tres opciones diferentes a nivel de resultado.