Fracaso en la gestión del año 2023
La situación financiera del Ayuntamiento de A Coruña es francamente preocupante, habida cuenta de la significativa desviación presupuestaria reflejada en la liquidación del ejercicio económico de 2023.
No deja de ser paradójico que el máximo responsable de esta fallida gestión, José Manuel Lage Tuñas, haya sido premiado con el control de todos los proyectos estratégicos de la ciudad.
Esta delicada situación económica pone en entredicho la capacidad del Gobierno local para hacer frente a sus obligaciones financieras, teniendo en cuenta que el endeudamiento del municipio, que suma más de 100 millones de euros, constituye más de un tercio de la deuda total de los 313 ayuntamientos gallegos.
Ingresos
El presupuesto inicial para 2023 ascendía a 310 millones de euros, pero los ingresos reales percibidos han quedado muy por debajo de lo previsto, con una desviación negativa cercana a los 100 millones de euros (-99.934.256,40 € ).
Este dato es alarmante, puesto que los ingresos municipales provienen principalmente de impuestos directos y aportaciones de otras administraciones, y cualquier caída en estas fuentes impacta directamente en la capacidad del ayuntamiento para mantener sus inversiones y gastos.
Resulta fundamental analizar con detalle qué factores han contribuido a esta desviación presupuestaria, ya que la gestión de 2024 sigue una senda similar o peor, lo que plantea dudas sobre la sostenibilidad financiera a futuro y la capacidad del Gobierno local para revertir esta tendencia.
Un ejemplo más de las disparidad entre lo presupuestado y lo realmente ejecutado la encontramos en otro apartado denominado “Multas por infracciones urbanísticas”, en el que se calculaba recaudar 30.000 € pero únicamente se ejecutaron sanciones por 1.000 €, cantidad que además nunca se llegó a recaudar. Como anécdota, este hecho certifica que Lage Tuñas no pagó la sanción propuesta por realizar obras sin licencia en los pisitos de la Avda. del Ejército de A Coruña. Los ingresos totales obtenidos, teniendo en cuenta los gestionados por la administración local y los provenientes de otras administraciones, no llegan al 80% de lo presupuestado.
Gastos
Pero si la situación de los ingresos es preocupante, la gestión de los gastos tampoco resulta halagüeña. La ejecución total llega al 82% pero al analizarla por capítulos, el resultado es alarmante.
Es importante profundizar en cómo se distribuyen estos gastos, qué áreas realizan una gestión menos eficiente y qué prioridades presupuestarias no se están ajustando a las verdaderas necesidades de la ciudad.
Además, resulta evidente la necesidad de tomar medidas correctivas para evitar que el desequilibrio siga creciendo y comprometa la estabilidad financiera del ayuntamiento a largo plazo.
El análisis detallado de la ejecución presupuestaria del Ayuntamiento de A Coruña muestra que las partidas de personal y gasto corriente se ejecutan casi al 100. Sin embargo, el gran problema radica en las inversiones reales, que apenas alcanzan un 51,69% de ejecución. Esto refleja una falta de capacidad o planificación para realizar inversiones cruciales que puedan mejorar infraestructuras o servicios a largo plazo.
Otra señal preocupante proviene del desequilibrio entre los pasivos financieros y los activos, con los pasivos superando con creces a los activos. Esta situación no solo pone en evidencia un claro desajuste en la gestión financiera, sino que proyecta un empeoramiento en 2024 si no se toman medidas correctivas de inmediato.
Los indicadores de ahorro neto y endeudamiento, claves para evaluar la salud financiera de la hacienda municipal, continúan deteriorándose. Un ahorro neto en descenso indica que el municipio tiene cada vez menos margen para afrontar contingencias o financiar nuevas inversiones sin recurrir a más deuda. Por su parte, el endeudamiento progresivo, sumado a los bajos ingresos y la insuficiencia de inversiones reales, dibuja un escenario financiero insostenible que requerirá profundas reformas para evitar una crisis económica en la administración local.
Si no se gestionan adecuadamente todos estos aspectos, el Ayuntamiento podría llegar a tener serias dificultades para prestar servicios, situación que repercutiría muy negativamente en la ciudadanía.
