Las trabajadoras de la Red de Escuelas Infantiles Municipales (REIM) del Concello de A Coruña han decidido alzar su voz para denunciar la situación de precariedad laboral en la que se encuentran.
La actual legislación educativa y el Decreto 150/2022 establecen que la Educación Infantil abarca desde el nacimiento hasta los 6 años de edad, dividida en dos ciclos: el primero hasta los 3 años y el segundo hasta los 6. Sin embargo, las distintas Administraciones tratan a ambos ciclos de manera dispar, lo que genera una desigualdad en el trato y las condiciones.
Por un lado, se destaca la discrepancia en cuanto al número de horas lectivas diarias entre los centros de 0-3 años y los de 3-6 años, siendo máximo de 8 horas en el primer ciclo y 5 horas en el segundo. Este hecho plantea la interrogante sobre si debería aumentarse progresivamente el tiempo de estancia en la escuela a medida que los niños y niñas crecen.
Debate en torno a un calendario escolar que no atiende a descansos para los menores de 3 años.
Además, las escuelas infantiles del primer ciclo no siguen el mismo calendario escolar que las de 3-6 años, abriendo durante vacaciones como Navidad, Semana Santa y verano, y comenzando el curso 15 días antes. Esto plantea la cuestión de si los menores de 3 años no tienen derecho a periodos de descanso.
En cuanto a las ratios, se denuncia su abusividad, ya que las normativas establecen cifras que sobrepasan las recomendaciones de la Comisión Europea en atención a la infancia. Mientras que en las aulas de 0-3 años se permite un máximo de 20 niños por adulto, las recomendaciones europeas son considerablemente menores, proponiendo ratios más bajas para garantizar una atención de calidad.
En relación con las condiciones salariales y laborales, se destaca la disparidad entre el primer y segundo ciclo de Educación Infantil. Las trabajadoras del primer ciclo apenas alcanzan el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), siendo consideradas «trabajadoras pobres». Además, se señala la falta de tiempo para programar y organizar el trabajo, que se realiza fuera de la jornada laboral y de manera no remunerada.
Por último, se hace hincapié en la situación del personal no docente, cuyas condiciones laborales también son precarias.