Los vecinos del Orzán continúan pidiendo soluciones que les permitan descansar y vivir en un entorno tranquilo.
El Orzán, conocido por su vibrante vida nocturna, ha sido durante mucho tiempo un lugar emblemático en A Coruña. Sin embargo, detrás de la diversión y el bullicio de sus locales de ocio, se esconde un problema persistente que afecta la calidad de vida de sus residentes: el exceso de ruido.
Los vecinos del Orzán se enfrentan a una serie de desafíos que enturbian su día a día. Peleas callejeras, locales mal insonorizados y suciedad son solo algunos de los problemas que han convertido su vecindario en un campo de batalla entre la diversión nocturna y la tranquilidad residencial.
Las mediciones superan hasta en un 68% lo permitido legalmente
Uno de los mayores problemas que enfrentan los residentes del Orzán es el exceso de ruido. Las mediciones recientes han revelado niveles de hasta 42 decibelios (dB) durante la noche, superando ampliamente el límite legal de 25 dB establecido para áreas residenciales. Esta situación ha llevado a una creciente frustración entre los vecinos, quienes ven afectada su calidad de vida y su descanso nocturno debido al constante estruendo proveniente de los locales de ocio.
Además del ruido, las peleas callejeras y la alteración del orden público son problemas recurrentes en la zona. La presencia de locales de ocio mal gestionados y la falta de control sobre el comportamiento de algunos clientes han contribuido a crear un ambiente de tensión y preocupación entre los residentes.
Otro aspecto preocupante es la falta de adecuada insonorización en muchos de los establecimientos de la zona. La deficiente construcción y el mantenimiento insuficiente de los locales hacen que el ruido se propague fácilmente, exacerbando el problema y generando conflictos entre propietarios de negocios y vecinos.
La suciedad y el deterioro del entorno urbano también son motivo de queja entre los residentes del Orzán. La acumulación de residuos y la falta de limpieza en las calles contribuyen a empeorar la calidad de vida en el vecindario, afectando la imagen y el bienestar de la comunidad en general.
Ante esta situación, los vecinos del Orzán han alzado su voz exigiendo soluciones. Han pedido una mayor implicación por parte de las autoridades locales para controlar el ruido y garantizar el cumplimiento de las normativas en los locales de ocio. Asimismo, reclaman medidas para mejorar la insonorización de los establecimientos y aumentar la vigilancia policial para prevenir altercados y mantener el orden en las calles.