El futbol-8 ya se disputa en horario ininterrumpido desde las nueve de la mañana hasta las cinco de la tarde
El anuncio reciente del Ayuntamiento de A Coruña sobre una monumental reforma del Estadio de Riazor, valorada en 90 millones de euros y destinada a albergar partidos del Mundial de Fútbol 2030, ha provocado un intenso debate en A Coruña y entre el deportivismo.
La propuesta, que busca modernizar y adaptar el estadio para eventos de talla internacional, ha despertado críticas considerables en un momento en que la ciudad enfrenta desafíos deportivos urgentes en otras áreas.
Según datos del presupuesto municipal para 2024, se asignaron casi 6 millones de euros a instalaciones deportivas en la ciudad. Sin embargo, consultada la última liquidación disponible, en el año 2022 la ejecución real de este presupuesto apenas alcanzó el 70%. Lo que significa que se invertirían en 2024 aproximadamente 4,2 millones de euros en infraestructuras deportivas. Esta cifra revela un desfase significativo entre lo presupuestado y lo ejecutado.
Si consideramos que la inversión propuesta para la reforma de Riazor asciende a 90 millones de euros, equivaldría a más de 20 años de inversión en instalaciones deportivas.
La situación se agrava al considerar que A Coruña alberga más de 600 equipos y que los árbitros locales atienden más de 500 partidos cada fin de semana. Incluso el fútbol-8, que involucra a niños de tan solo 5 años en la categoría prebenjamín, se ve afectado por la escasez de instalaciones adecuadas. Los partidos se disputan en horarios ininterrumpidos desde las nueve de la mañana hasta las cinco de la tarde, debido a la falta de infraestructuras disponibles.
Este desequilibrio entre la inversión propuesta en el estadio de Riazor y las necesidades deportivas de la comunidad ha generado preocupación y críticas. Los ciudadanos se preguntan si esta millonaria inversión es realmente la mejor manera de utilizar los recursos municipales, especialmente teniendo en cuenta la urgencia de abordar las necesidades deportivas locales más apremiantes.
Otra de las dudas generadas es como impactaría este aforo en el Deportivo de La Coruña, actualmente roza el lleno en todos sus encuentros pero aumentar el aforo en un 40% podría hacer que Riazor pasase del casi lleno al semivacio.