Ayer, el R.C. Deportivo de La Coruña desató la indignación de sus aficionados tras insinuar el fichaje de Sergio Ramos en sus redes sociales. El club dejó entrever la llegada del exjugador del Real Madrid, generando gran expectativa entre los seguidores. Sin embargo, la ilusión se desmoronó cuando se reveló que todo se trataba de una broma, y que en realidad el «fichaje» correspondía a un jugador del videojuego FIFA.
El malestar entre los aficionados ha sido considerable, y 24 horas después, las críticas no han cesado. Gran parte de la reacción se ha centrado en Manu Sainz, Director de Comunicación del Deportivo, cuya llegada ya estuvo rodeada de controversia debido a su pasado como periodista, lo que lo llevó a borrar sus redes sociales y abrir nuevas cuentas para limpiar su historial.
El momento elegido para la broma ha sido especialmente inoportuno, dado que el equipo se encuentra en una delicada situación, ocupando puestos de descenso. Además, los recientes altercados vividos en Riazor durante los últimos partidos no parecían sugerir que fuera el mejor momento para este tipo de acciones humorísticas, lo que ha agravado aún más el descontento entre la afición.