14/11/2025

La crisis del mobiliario urbano de Betanzos se incrementa con las nuevas piezas instaladas

La renovación del mobiliario urbano en Betanzos ha desatado una ola de descontento entre los vecinos y la oposición política. Tras la instalación de unos bancos que no lograron convencer a la ciudadanía, la aparición de unos maceteros ha profundizado el malestar existente. Ni el diseño ni los materiales han sido bien recibidos en la ciudad de los Caballeros, y ahora ha salido a la luz una cuestión aún más grave: los maceteros con banco, supuestamente inspirados en los diseños de González Villar, han sido encontrados en diversas páginas web, lo que ha puesto en duda los argumentos esgrimidos por la concejala María Barral.

Un diseño que no convence

La polémica comenzó con la instalación de unos bancos que, según los vecinos, no se ajustaban al estilo tradicional de Betanzos. El descontento fue tal que el asunto llegó al pleno municipal, donde se solicitó la reposición del antiguo mobiliario. Sin embargo, en lugar de dar marcha atrás, el Ayuntamiento decidió seguir adelante con la renovación y presentó unos maceteros que han terminado de encender las críticas.

Los nuevos maceteros, que incluyen bancos integrados, han sido descritos por los vecinos como «poco adecuados» para la estética de la ciudad. Además, los materiales utilizados han sido cuestionados por su durabilidad y calidad, lo que ha generado dudas sobre la inversión realizada.

La inspiración de González Villar, en entredicho

Uno de los argumentos principales utilizados por la alcaldesa María Barral para justificar el diseño del nuevo mobiliario fue que se trataba de una obra inspirada en los diseños de González Villar, un reconocido arquitecto local. Sin embargo, esta afirmación ha quedado en entredicho después de que varios vecinos encontraran los mismos maceteros en diversas páginas web de venta de mobiliario urbano.

Este descubrimiento ha generado escepticismo entre los ciudadanos, que ahora cuestionan la originalidad del diseño y la transparencia del proceso de selección. «Si estos maceteros se pueden comprar en cualquier página web, ¿dónde está la inspiración en González Villar?», se preguntan los vecinos.

Vecinos y oposición exigen explicaciones

El descontento ha llevado a vecinos y partidos de la oposición a exigir explicaciones al Ayuntamiento. Además de criticar el diseño y los materiales, han puesto en duda la gestión del concurso público que supuestamente seleccionó estos modelos. «No podemos permitir que se gaste el dinero público en mobiliario que no representa a Betanzos y que, además, parece no ser tan original como nos hicieron creer», ha declarado un portavoz vecinal.

La oposición política también ha mostrado su malestar. «Este es otro ejemplo de la falta de sensibilidad del gobierno municipal hacia las necesidades y preferencias de los vecinos», ha afirmado un representante de uno de los partidos de la oposición. «Es necesario revisar este proceso y tomar medidas para garantizar que el mobiliario urbano refleje la identidad de nuestra ciudad».

¿Hacia un cambio de rumbo?

Ante la presión ciudadana y política, el Ayuntamiento de Betanzos se encuentra en una encrucijada. Por un lado, la alcaldesa María Barral ha defendido el diseño y la selección del mobiliario, insistiendo en que se trata de una apuesta por la modernidad y la funcionalidad. Por otro, la evidencia de que los maceteros están disponibles en el mercado ha debilitado su posición.

Los vecinos, por su parte, esperan que el gobierno municipal rectifique y tome en cuenta sus opiniones. «Queremos un mobiliario que respete la esencia de Betanzos y que sea duradero y de calidad», ha señalado un residente. «No es mucho pedir, es nuestro dinero y nuestra ciudad».

Un debate que no termina

La polémica en torno al nuevo mobiliario urbano de Betanzos refleja un conflicto más profundo entre la modernización y la conservación de la identidad local. Mientras el Ayuntamiento insiste en su apuesta por un diseño funcional y contemporáneo, los vecinos y la oposición reclaman un mobiliario que respete la tradición y la estética de la ciudad.

Con el descubrimiento de que los maceteros están disponibles en el mercado, el debate ha tomado un nuevo giro. Ahora, la pregunta es si el Ayuntamiento dará marcha atrás o mantendrá su postura, arriesgándose a profundizar el descontento ciudadano.

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