La Pitonisa de María Pita: la adivina que ni Nostradamus entendería
En un giro de eventos que ni el más visionario de los videntes pudo predecir, la alcaldesa Inés Rey ha recurrido nuevamente a la famosa Pitonisa de María Pita para aclarar el misterio de la instalación más abandonada de la ciudad. ¿El enigma? Cómo un proyecto que hace 25 años era la envidia de todos, ahora parece más un decorado de película postapocalíptica.
La instalación, que en su día fue «puntura» (sí, con «u»), lleva más de cinco años en un limbo administrativo que ni los mejores abogados de la ciudad logran descifrar. Y eso que se ha hablado de un contrato de gestión por 330 millones de euros. ¡330 millones! Una cifra que, según rumores, fue calculada usando una calculadora de juguete y un par de dados.
Pero el verdadero drama está en la rebaja de 7,3 millones que la empresa gestora va a disfrutar. Para ponerlo en perspectiva: eso es lo que gana un trabajador promedio en… ¡varios siglos! Mientras tanto, el departamento encargado de los cálculos, donde curiosamente trabajaba una persona que ahora está en asesoría jurídica, hizo un informe tan detallado como un garabato en una servilleta. ¿El resultado? Dicha persona podría ser promovida a jefa de asesoría jurídica. ¡Qué casualidad!
Ante el escándalo, la alcaldesa Inés Rey salió al rescate de su mano derecha, Lage Tuñas, en un acto de defensa que recordó a las grandes batallas épicas. «No es favoritismo, es… confianza», declaró Rey, mientras el público se rascaba la cabeza preguntándose si había escuchado bien.
Mientras tanto, las sanciones por la pésima gestión de residuos siguen lloviendo sobre la ciudad. Parece que, en La Coruña, no solo el clima es impredecible, sino también la administración.
En resumen: una instalación moribunda, cálculos misteriosos, rebajas millonarias y una pitonisa que, seguramente, está pensando en cambiar de profesión. ¿Qué sigue? ¿Un elefante en la sala del pleno? Todo es posible en esta comedia municipal.