La asamblea local de Movimiento Sumar en A Coruña ha emitido un duro balance sobre los dos primeros años de gobierno de la alcaldesa Inés Rey (PSOE), al que califican de «preocupante» por la falta de un proyecto claro para la ciudad, la improvisación en la gestión y una política basada en el «desprecio a la discrepancia».
En una valoración exhaustiva presentada tras su última reunión, la coordinadora comarcal Trinidad Palacios aseguró que, lejos de corregir el rumbo, el actual equipo de gobierno «ha consolidado una deriva marcada por el centralismo, la desconexión ciudadana y una gestión opaca».
Una gestión sin rumbo: improvisación y falta de transparencia
Entre las críticas más destacadas, Sumar señala:
- Falta de planificación urbana: Denuncian que, pese a los discursos progresistas, se aprueban «operaciones especulativas», como el convenio de Las Jubias, y se ceden competencias clave a la Xunta, como en el caso de Monte Mero.
- Crisis en movilidad: Subrayan el fracaso en la licitación del transporte urbano, que sigue sin renovarse pese a las promesas, y el caos en la gestión de Nostián, que consideran un símbolo del «descontrol en Medio Ambiente».
- Presupuestos «irreales» y dependencia de la Xunta: Critican que el gobierno municipal maneja unas cuentas «sin solvencia técnica», bajo la tutela financiera de la administración autonómica.
Cultura y servicios públicos: recortes y deudas pendientes
El análisis también aborda el retroceso en políticas culturales y sociales:
- Deuda del IMCE (3,6 millones): Aseguran que ha «asfixiado» al sector cultural sin que se depuren responsabilidades.
- Recorte de ayudas y externalización: Denuncian que Cultura y Deportes dependen cada vez más de «eventos privatizados» y contratos menores, mientras se eliminan subvenciones públicas.
- Abandono de las bibliotecas: Lamentan que se haya incumplido la municipalización de la red de bibliotecas externas, una promesa que contaba incluso con el apoyo del BNG.
Memoria democrática: desmantelamiento y olvido
Sumar también reprocha al gobierno municipal su «pasividad» en políticas de memoria histórica, destacando:
- El abandono de la Casa Cornide, un edificio con gran valor simbólico.
- El desmantelamiento de iniciativas anteriores sin proponer alternativas.
Proyectos faraónicos sin consenso: Riazor y el puerto interior
Uno de los puntos más críticos es la falta de diálogo en proyectos estratégicos:
- Reforma de Riazor: Palacios tacha de «irresponsable» el plan de invertir más de 90 millones en una obra «sin estudios sólidos ni apoyo ciudadano».
- Integración del puerto interior: Acusan al gobierno de «entregar el futuro de la ciudad» a la Autoridad Portuaria y al Ministerio de Transportes sin transparencia ni estrategia clara.
Algunos avances, pero con reservas
Aunque el balance es mayoritariamente negativo, Sumar reconoce algunas medidas positivas, como:
- La declaración de zona tensionada en vivienda.
- La nueva tasa a alojamientos turísticos.
- La regulación de las Viviendas de Uso Turístico (VUT).
No obstante, advierten de que vigilarán su aplicación real: «No basta con anuncios, deben traducirse en mejoras concretas», subrayó Palacios.
Conclusión: exigen un cambio de rumbo para 2027
Trinidad Palacios cerró su intervención con un llamamiento a la ciudadanía:
«A Coruña merece un gobierno que escuche, que priorice el interés general sobre los intereses particulares y que apueste por un proyecto progresista de verdad. Hoy, este equipo no está a la altura. Seguiremos trabajando para que en 2027 haya un cambio real.»
Movimiento Sumar se consolida así como una voz crítica dentro de la izquierda coruñesa, marcando distancias con la gestión de Inés Rey y reclamando una política más transparente, participativa y social.