En manos de las medidas del Ministerio de Hacienda
El pleno extraordinario en Betanzos puso de relieve los problemas económicos y de gestión en el Concello. A finales de octubre y con urgencia, el gobierno local llevó al pleno un plan de ajuste para poder adherirse al procedimiento de pago a proveedores del 2024, algo que evidencia una falta de previsión en la administración local. Este plan, al que el Ministerio de Hacienda ha forzado a Betanzos a unirse, incluyó medidas de ajuste fiscal que elevarían el IBI y el impuesto de vehículos y reducirían bonificaciones y gastos de personal al no cubrir vacantes.
El rechazo de este plan subraya la debilidad del gobierno en minoría del PSOE, con la abstención del BNG —quien apoyó la investidura de María Barral pero no forma parte del gobierno— y los votos en contra del PP y de los dos ediles no adscritos. La portavoz del BNG, Amelia Sánchez Pérez, denunció la «falta de gestión económica» del PSOE, mientras que el pleno se celebró en el último día del plazo establecido por Hacienda y sin retransmisión, lo que generó críticas adicionales.
UGT, sindicato mayoritario del Concello, también expresó su desacuerdo, afirmando que los recortes en personal, como la no cobertura de cinco puestos de peones, impactarían en áreas esenciales, y advirtió que esto podría aumentar los costes si se subcontratan estos servicios. Además, cuestionaron que el Concello prefiera elevar impuestos en lugar de reducir contratos con consultorías externas y empresas de comunicación.
La derrota plenaria deja en el aire los próximos pasos de la administración estatal, quienes podrían intervenir en la gestión económica del Concello si este no implementa un plan que solvente las deudas pendientes.