Inés Rey busca una foto con “seis o siete vecinos” para no desvelar el documento clave de la Operación As Xubias
Inés Rey ha convocado este miércoles 2 de octubre a un número reducido de vecinos de As Xubias para una reunión sobre el convenio de urbanización.
El hecho de que solo se haya invitado a “seis o siete vecinos” cuando hay un número mayor de propietarios de pequeñas parcelas, podría interpretarse como un intento de controlar el relato y limitar la participación pública en un tema tan polémico.
Lo más llamativo es que la tarea de seleccionar a los asistentes ha sido delegada a una asociación cultural, que no tiene competencias en asuntos urbanísticos ni de gestión pública, en lugar de gestionarse de manera directa y transparente por parte del propio Gobierno local.
El uso de un grupo de WhatsApp para enviar las invitaciones e informar de la limitación de aforo incrementa la sensación de improvisación y falta de seriedad, además de levantar sospechas por la falta de transparencia en el proceso, teniendo en cuenta que en los plenos Inés Rey se reúne con 27 concejales y concejalas.
Este acto podría interpretarse como una estrategia para obtener una imagen favorable (literalmente, una «foto con los vecinos»), pero sin abordar las preocupaciones reales y más amplias de la comunidad afectada, situación que genera desconfianza entre los ciudadanos, especialmente cuando el asunto en cuestión puede afectar al valor de sus propiedades. Además, tratándose de un tema urbanístico, incumbe a toda la población, incluso para presentar alegaciones.
Falta de proximidad y participación ciudadana
En lugar de llevar a cabo una reunión en el propio barrio de As Xubias, como hicieron la oposición y el fondo inversor, la alcaldesa ha optado por convocar a los vecinos en el Ayuntamiento, en María Pita, y con un número extremadamente limitado de asistentes.
Los miembros de la oposición no han sido invitados.
Falta de transparencia sobre el documento clave
La ausencia de explicaciones sobre un documento clave relacionado con los fines de la inversión genera aún más sospechas. La negativa a revelar este documento esencial, a pesar de las demandas de los afectados y la oposición, abre la puerta a cuestionamientos sobre un posible conflicto de interés o beneficios personales. En este contexto, es comprensible que la comunidad y la oposición se pregunten si la alcaldesa o personas de su entorno, podrían tener alguna implicación personal en el proyecto.
Este tipo de acciones y omisiones tienden a erosionar la confianza pública, ya que refuerzan la percepción de que los intereses privados o políticos pueden estar por encima del bien común.
Criterios para seleccionar asistentes
La falta de claridad sobre los criterios usados para seleccionar a los seis o siete asistentes es otra muestra de la falta de transparencia. ¿Cómo se decide quiénes son los vecinos elegidos? ¿Es una selección aleatoria o se busca invitar a aquellos que podrían ser más favorables al Gobierno local? Este filtro limita la representatividad y genera una sensación de exclusión e injusticia entre los afectados.
Cabe resaltar que los medios de comunicación no han sido informados de este encuentro. Afortunadamente, Noticias Coruña ha tenido acceso a la convocatoria, ya que ha sido el medio que ha destapado las incoherencias del proyecto.
Exigencia de nombre y DNI
Solicitar el nombre y DNI de los asistentes, sin dejar claro quiénes representarán al Gobierno local, pone a los vecinos en una situación de desigualdad. Los ciudadanos están obligados a identificarse y exponer su participación, mientras que la representación del Ayuntamiento permanece en el aire. No se sabe si asistirá la alcaldesa, el concejal de urbanismo, o incluso figuras de peso como Lage Tuñas, generando un ambiente de incertidumbre y desequilibrio en el encuentro.
Desigualdad e indefensión de los excluidos
La convocatoria de tan pocos asistentes crea una situación de indefensión para aquellos vecinos que no son convocados. No tienen acceso a la información ni al debate, lo que refuerza la sensación de desigualdad. En este contexto, los vecinos excluidos quedan sin voz en un proceso que afecta directamente a su futuro, lo que es contrario a los principios de transparencia y participación ciudadana que deberían regir este tipo de decisiones.
En resumen, esta convocatoria no solo carece de transparencia, sino que también parece diseñada para minimizar el escrutinio público y evitar un debate abierto sobre el proyecto de urbanización. Las dudas sobre quién tiene el control y los intereses que puedan estar detrás solo refuerzan la percepción de que algo se está ocultando.
Esto nos lleva a la conclusión de que Inés Rey quiere una foto con “seis” vecinos de As Xubias para blanquear su imagen ante el pleno del próximo jueves, tratando de utilizar la reunión para dar a entender que así se ha cumplido el trámite de audiencia a los propietarios de terrenos o titulares de derechos afectados por el convenio, que exige el art. 401.1 del Reglamento de la ley de suelo de Galicia como previo y distinto al trámite de información publica.
No es casualidad que esta reunión quiera realizarla este miércoles, día anterior a la celebración del pleno.