Los nacionalistas permitieron un cambio en las bases de ejecución del presupuesto, evitando el control del Pleno. El PP denuncia que es el segundo año consecutivo que avalan facturas sin contrato
El Partido Popular (PP) ha denunciado este jueves que el Bloque Nacionalista Galego (BNG) ha vuelto a ser «cómplice necesario» del Gobierno municipal para aprobar el pago de 1,11 millones de euros en casi 200 facturas irregulares de las fiestas de 2024, tras rechazar una enmienda clave que habría garantizado el control del Pleno.
El consejo rector del Instituto Municipal de Cantabria (Imce) aprobó hoy el polémico desembolso con los votos a favor del equipo de gobierno, mientras que el concejal popular Roberto Coira votó en contra. Sin embargo, el PP destaca que la oposición del BNG fue un «paripé», ya que días atrás bloquearon una enmienda que habría impedido este pago sin supervisión plenaria.
Cambio en las reglas, menos control
El punto clave fue la modificación de las bases de ejecución presupuestaria, impulsada por el Gobierno municipal y respaldada indirectamente por el BNG al no apoyar la enmienda popular. Este cambio permite ahora que gastos millonarios como estos se autoricen sin pasar por el Pleno, eliminando un filtro de transparencia que existía hasta ahora.
«Se lo advertimos: al rechazar nuestra enmienda, el BNG le dio un cheque en blanco al Gobierno para pagar facturas sin control», señaló el PP. «Ahora vemos las consecuencias, y serán cada vez más graves».
Un patrón repetido
No es la primera vez que los nacionalistas facilitan pagos irregulares. En 2024, su voto en el Pleno fue decisivo para aprobar 4,5 millones en facturas sin contrato de las fiestas del año anterior. «Es el segundo año en que el BNG hace posible que se incumpla la legalidad», insistió el PP.
Reacciones y contexto
El PP exige que estos gastos se sometan a auditoría y acusa al BNG de priorizar acuerdos políticos sobre la fiscalización. Mientras, el Gobierno municipal defiende que los pagos son «urgentes» para cumplir con proveedores.
La polémica reabre el debate sobre la gestión opaca de fondos públicos y la complicidad de partidos minoritarios en decisiones que, según los populares, «debilitan la democracia local».