El Deportivo se despide de la Copa del Rey a las primeras de cambio tras caer 1-0 frente al Ourense CF en un duelo disputado en el estadio de O Couto. Una eliminatoria que parecía asequible para los herculinos terminó en frustración, en un encuentro marcado por la falta de chispa de los suplentes habituales y la incapacidad de aprovechar el talento que finalmente saltó al césped.
Falta de intensidad y creatividad desde el inicio
El Deportivo, que presentó una alineación con numerosos cambios, no encontró la manera de imponer su superioridad teórica. Faltó velocidad en la circulación y creatividad para desbordar a un Ourense ordenado y con las ideas claras. Los gallegos se mostraron cómodos defendiendo en bloque, mientras los blanquiazules apenas inquietaron la meta rival en el primer tiempo.
Hugo Rama y Juan Gauto fueron de los pocos que intentaron romper la monotonía. Rama, con su habitual visión de juego, estuvo cerca del gol con un disparo ajustado, mientras Gauto dejó destellos de calidad pero sin profundidad. El Dépor mostró serios problemas para generar peligro real, algo que se extendió al segundo tiempo.
El balón parado, la cruz del Deportivo
La segunda mitad comenzó con un cambio de actitud del Ourense, que empezó a encontrar espacios y a inquietar la portería defendida por Germán Parreño. A medida que el partido avanzaba, el Deportivo fue perdiendo el control del encuentro. Pablo López, técnico del Ourense y exjugador del Dépor, acertó con los cambios, mientras Óscar Gilsanz intentaba reaccionar desde el banquillo dando entrada a piezas clave como Lucas Pérez y Mella.
La entrada de Lucas revitalizó al Deportivo. El capitán generó ocasiones claras, incluyendo una oportunidad que Charlie Patiño no logró transformar. Sin embargo, cuando todo apuntaba a la prórroga, el Ourense aprovechó un saque de esquina en el minuto 88 para anotar el único gol del partido. Ángel Sánchez, con un cabezazo preciso, certificó la eliminación del conjunto herculino.
El Ourense celebra y el Dépor reflexiona
El Ourense CF, equipo de Primera RFEF, celebró el triunfo como una de sus grandes noches. Mostró oficio, resistió el empuje del Deportivo y supo aprovechar su oportunidad en un partido de alta exigencia.
Por su parte, el Deportivo vuelve al «rincón de pensar», como reflejo de las dificultades para aprovechar una competición que podría haber servido como banco de pruebas y una oportunidad de reivindicación para los menos habituales.
A pensar en la liga
El Dépor abandona una Copa del Rey que, aunque no era prioridad, sí representaba una ilusión y un escaparate. La derrota deja dudas sobre la capacidad de respuesta de algunos jugadores y aumenta la presión sobre Gilsanz, que deberá enfocarse en mantener al equipo competitivo en LaLiga Hypermotion.
El fútbol no da tregua y el Deportivo tendrá que aprender rápido de esta eliminación para evitar que los errores se trasladen a su objetivo principal la permanencia en Segunda
