El Deportivo de La Coruña dio un golpe de autoridad esta noche en Riazor, donde destrozó a la SD Huesca con un contundente 4-0 que lo coloca directo en la pelea por el liderato de LaLiga Hypermotion. El equipo gallego no dejó opción, dominó de cabo a rabo y ofreció un recital ofensivo ante un rival que apenas logró armar respuestas.
Primer tiempo de dominio absoluto
Desde el pitido inicial, el Dépor impuso su ritmo. Movilidad, presión alta y presencia ofensiva marcaron el guion: apenas transcurridos los primeros 10-15 minutos ya se respiraba que el marcador no tardaría en moverse. Los locales combinaban con rapidez por las bandas, generaban dudas en la zaga oscense y obligaban al arquero visitante a intervenir con frecuencia.
Finalmente, el gol llegó tras una buena combinación en el mediocampo que desembocó en una incursión por la banda izquierda, centro raso y definición precisa. El tanto dio alas al Deportivo, que a partir de ahí se sostuvo en la superioridad física y táctica.
Con el 1-0, el Huesca intentó reaccionar: algún tiro lejano, algún desmarque al espacio, pero el equipo careció de profundidad, y cada avance se topaba con la defensa blanquiazul bien plantada. Mientras tanto, el Dépor seguía presionando, forzando errores, robando en campo contrario, y generando ocasiones claras que mantuvieron a la grada en ebullición.
Segunda mitad: sentencia y espectáculo
La reanudación no bajó el nivel de intensidad local. Poco después del descanso, el Deportivo amplió la ventaja: segunda jugada ofensiva, faltas tácticas del Huesca obligadas por el nerviosismo, y definición letal para poner el 2-0. A partir de ese momento, el partido entró en modo paseo para los herculinos.
El tercero cayó tras un error defensivo visitante: pérdida en zona medular, contra rápida y definición del delantero que deja al portero sin reacción. Con el 3-0, la calma en el campo local creció; los cambios del entrenador aprovecharon para refrescar al equipo sin perder fluidez ofensiva.
El cuarto y definitivo llegó ya con el tiempo cumplido: una acción individual por banda derecha terminó con centro al segundo palo y remate cómodo. Se cerraba así una goleada abultada, con todas las líneas del Dépor implicadas, tanto defensiva como ofensivamente, y con aplauso final de la grada por la superioridad manifiesta.
Figuras y puntos débiles
- Elogios para lo colectivo: la solidez defensiva fue sobresaliente; Huesca apenas generó peligro claro.
- Jugadores clave: el autor(es) de los goles se llevaron los flashes, pero también destacó el mediocampo coruñés, con recuperación y distribución precisas.
- Huesca, sin reacción: más allá de alguna jugada aislada, no consiguió reducir espacios ni inquietar; fallos en la salida del balón y escasa vocación de ataque sumaron a su derrota.
Con este triunfo, el Deportivo se sitúa en lo más alto (o muy cerca) de la tabla, reforzando sus aspiraciones de ascenso directo. Aporta confianza, moral, y envía un mensaje claro al resto de competidores: en Riazor no hay concesiones.
Para el Huesca, en cambio, es un toque de atención. La plantilla deberá reponerse rápidamente si no quiere que resultados como este se conviertan en tendencia alarmante. Le faltó carácter, le faltó reacción, y lo pagó caro.