En un partido para olvidar, especialmente en la segunda mitad, el Deportivo de La Coruña cayó derrotado (2-0) frente al Eldense en el Nuevo Pepico Amat. Los blanquiazules, que llegaban al encuentro con la ilusión de encadenar su tercera victoria consecutiva, desaprovecharon la oportunidad de alejarse definitivamente de la zona de descenso y mostraron una imagen preocupante, lejos de su mejor versión. Con esta derrota, el Dépor sufrió su primer revés a domicilio en tres meses y dejó escapar la posibilidad de acercarse a los puestos de play-off.
Primera parte: dominio sin puntería
El Deportivo comenzó el partido con un ritmo lento y pesado, sin capacidad para generar peligro en el área rival. A pesar de contar con un 72% de posesión en el ecuador del primer tiempo, los coruñeses apenas crearon ocasiones claras. Un par de disparos de Yeremay y otro de Zakaria fueron todo el bagaje ofensivo de un equipo que parecía faltó de ideas y dinamismo.
Por su parte, el Eldense, aunque menos dueño del balón, mostró más puntería. En la última jugada antes del descanso, Llabrés tuvo la mejor oportunidad para los locales con un remate desde el punto de penalti, pero Helton, una vez más, salvó a su equipo con una intervención espectacular. El guardameta brasileño, que se ha convertido en una de las figuras clave del Dépor, evitó que el marcador se moviera antes del descanso.
Segunda parte: derrumbe en diez minutos
La segunda mitad comenzó con el Eldense presionando más alto y buscando el gol. Llabrés volvió a probar suerte, pero Helton volvió a estar atento. Sin embargo, el Deportivo no aprendió la lección y, en un suspiro, el partido se le escapó de las manos.
Al filo de la hora de juego, Masca abrió el marcador desde el punto de penalti. Pablo Vázquez, que había agarrado claramente al delantero del Eldense dentro del área, fue castigado por el árbitro, y Masca no perdonó desde los once metros. El gol cayó como un mazazo para un Dépor que ya mostraba síntomas de desorientación.
Y sin tiempo para reaccionar, llegó el segundo. En una rápida contraataque, Víctor García superó a Tosic y sirvió un pase perfecto a Llabrés, quien se giró en el área y anotó el 2-0. En apenas diez minutos, el Deportivo pasó de estar en el partido a verse completamente superado.
Cambios sin efecto
Ante la desesperación, el entrenador Gilsanz intentó reaccionar con cambios. Sacó a los mediocentros y dio entrada a Barbero y al recién llegado Denis Genreau, buscando más presencia ofensiva. Sin embargo, el Eldense, ya cómodo con la ventaja, se cerró atrás y no permitió que el Dépor generara ocasiones claras.
En los minutos finales, Gauto centró desde la derecha para Barbero y Bouldini, pero ninguno de los dos delanteros logró imponerse a una defensa local que pareció invulnerable. El partido se fue apagando sin que el Deportivo mostrara capacidad para recortar distancias, dejando una imagen preocupante de falta de ideas y carácter.
Conclusión: malas sensaciones y preguntas sin respuesta
El Deportivo dejó Elda con una derrota que sabe a oportunidad perdida. Lejos de su mejor versión, los blanquiazules mostraron un juego lento, predecible y falto de creatividad. La falta de puntería en ataque y los errores defensivos en momentos clave terminaron por condenar a un equipo que, tras dos victorias consecutivas, parecía haber encontrado su rumbo.
Ahora, el desafío para Gilsanz y su equipo será levantar la moral y recuperar la confianza perdida. Con la sombra del descenso aún lejana pero presente, el Dépor no puede permitirse más deslices si quiere seguir soñando con algo más que la permanencia.