Foto: Manu Boutureira
Había preparado, el Liceo, la fiesta en el Palacio, para asaltar el segundo puesto de la clasificación derrotando al Reus. Dos mil quinientas personas respondieron a la llamada liceista y se volcaron animando al equipo. Incluso se estrenó “grada de animación” convocada por tres peñas de incondicionales. Pero el Reus, y especialmente Candid Ballart, no estaban por la labor de ser un mero figurante en la Cabalgata de Reyes y enseguida lo demostraron.
Mediada la primera parte ya ganaba el Reus 0-2. El primer gol fruto del infortunio de Cioccale que introdujo en la propia portería una acción de Maxi Oruste. El segundo en un remate de espaldas del propio argentino, completamente solo en el primer palo, en un desajuste defensivo. Los goles llegaron después de un inicio intenso del Reus en que el equipo catalán parecía mucho más enchufado que un Liceo demasiado fallón. Bien es cierto que Dava Torres tuvo un par de ocasiones pero Ballart y el palo las desbarataron. En una de ellas la bola golpeó a Marc Julià que tuvo que ser atendido por los servicios médicos y, aunque se recuperó mejor de lo que el susto inicial hacía prever, no pudo volver al encuentro.
Con el 0-2 el equipo herculino fue cogiendo la manija del partido. Ambos entrenadores apostaron entonces por los cuartetos más jóvenes; Jordi García por Carles Casas, Jansá y el chileno Diego Rojas, veterano ya en el equipo pese a sus 22 años. Por cierto, Rojas pasó parte de las Navidades en A Coruña, junto a su compatriota Vicente Soto, jugador de Compañía de María. Por su parte Juan Copa sacó a pista a Cervera, Saavedra y a Jacobo, buscando un plus de energía que llegó casi inmediatamente. Un penalti a Copita lo transformó Dava en el primer gol coruñés. Poco después el más joven del equipo volvió a ser decisivo, rematando el rechace a tiro de Carballeira. Empate a dos.
El Liceo se hizo, entonces, con el partido. Se volcó en la portería visitante pero ahí la defensa del Reus y Ballart echaron el cerrojo. Los catalanes van segundos gracias a un buen ataque y una defensa excelsa, que les hace ser los menos goleados a estas alturas de campeonato. Ayer en Riazor volvieron a dar una lección de concentración y buen hacer defensivo. Así se llegó al descanso, con tablas en el marcador, pero la sensación de que el equipo coruñés podía llevarse la partida. Similar impresión dio en el reinicio con los liceístas asediando la meta de Ballart y con el portero catalán haciéndose inmenso. Pero a dieciséis minutos para el final el encuentro dio la vuelta.
Si en la primera parte el “comando joven” del Liceo ganó la partida al rival, en la segunda parte fueron los pupilos de García los que se impusieron. En pleno ataque del Reus y tras dos remates rechazados por Serra, Guillem Jansà cogió la bola en su campo y se marcó un eslalon hacia la portería coruñesa. Dejó -literalmente- sentado a Copa y envió un pase que entre Salvat, Cioccale y el propio Serra convirtieron en el tercero para los catalanes. Minuto y medio más tarde de nuevo Salvat remató de escorzo un tiro lejano de Diego Rojas; el cuarto.
A partir de ahí el guión fue el previsto en estas ocasiones. Un Liceo volcado sobre la portería de Ballart, un Reus cerrado en defensa y saliendo al contraataque; su situación favorita. Ni Saavedra, ni Cioccale, ni Torres fueron capaces de convertir en gol otras tantas ocasiones claras. Mientras tanto, el Reus controlaba su área, recogía rechaces y alargaba las posesiones cuando el contraataque no estaba claro. A cinco minutos del final Jansà recogió un rechace en su defensa, subió la bola y la pasó a Martí Casas que solo ante Serra la picó para introducirla, con suspense, en la portería coruñesa. Visto para sentencia. Aún pudo aumentar la cuenta el Reus si el ex liceísta hubiera convertido la directa tras una azul a Torres por derribar a otro ex liceísta, Maxi Oruste, auténtico motor del Reus. Una azul muy protestada por el capitán coruñés pero que no se convirtió en gol porque, cuando Casas ya había batido a Serra, el poste derecho frustró el tanto.
Mal comienzo, pues, para el Liceo, con un 2-5 que no hace justicia al hockey desarrollado por los pupilos de Copa. El Reus afianza la segunda plaza aunque el próximo domingo puede darse la vuelta ya que los catalanes reciben al todopoderoso Barça, líder destacado. Por su parte, el Liceo se batirá contra el Voltregá, penúltimo y que ha salido goleado de Lleida, en un partido en que Tombita se encargó de abrir el marcador demostrando la excelente temporada que está haciendo.
Antes, este jueves día 9, el Liceo recibirá al Benfica en partido de Champions. Un difícil encuentro ante uno de los equipos con mejor plantilla del continente, plagado de estrellas -y de ex liceístas- como Robi Benedetto, Pau Bargalló, Lucas Ordóñez o Joao Rodrigues y en el que será muy importante el apoyo del público, pese al horario. Anoten la cita; jueves 9 de enero, 20:30 horas, hockey de altura en Riazor.
