La noche del sábado se vivió un episodio de violencia y desorden en A Coruña, protagonizado por un centenar de ultras del Málaga. Estos individuos, según los testimonios recogidos, actuaron con total impunidad por las calles de la ciudad, llegando incluso a destrozar un local donde, en teoría, se encontraban aficionados radicales del Deportivo. No obstante, este medio ha confirmado que en el momento del ataque el local estaba vacío de ultras deportivistas, lo que no evitó los destrozos y la alarma social generada.
La respuesta de las fuerzas de seguridad ante estos hechos ha levantado una ola de indignación entre los coruñeses. En lugar de tomar medidas drásticas tras los altercados, la policía se limitó a agrupar a los ultras malagueños y enviarlos de vuelta a sus alojamientos, situados en localidades cercanas como Santiago de Compostela y Ordes. Esta actuación ha sido duramente criticada por ciudadanos y aficionados del Deportivo, quienes consideran que los responsables de los destrozos no deberían haber sido tratados con tanta permisividad.
Domingo de tensión en A Coruña
La tensión no disminuyó al día siguiente. En la mañana del domingo, otro grupo de ultras, esta vez vinculados al Deportivo, salió en busca de los malagueños, generando una atmósfera de nerviosismo en la ciudad. Aunque no se registraron enfrentamientos graves, la policía intervino de manera más contundente y detuvo a dos personas. A pesar de esto, la preocupación entre los ciudadanos aumentó, ya que los incidentes parecían estar lejos de finalizar.
Los ultras del Málaga regresaron a A Coruña a media mañana del domingo y fueron escoltados hasta el estadio de Riazor sobre las 11:30 de la mañana. Sorprendentemente, a pesar de los altercados del día anterior, estos aficionados radicales pudieron acceder sin problemas al recinto para disfrutar del partido entre el Deportivo y el Málaga. Este hecho ha sido uno de los principales focos de crítica, ya que los ciudadanos no comprenden cómo se permitió la entrada al estadio a un grupo que había sembrado el caos apenas unas horas antes.
Indignación en redes sociales y críticas a la policía
El sentimiento de frustración e indignación no tardó en propagarse por las redes sociales, donde numerosos coruñeses expresaron su enfado con la actuación policial. Las críticas se centraron en la permisividad con la que, a ojos de muchos, se trató a los ultras del Málaga, a quienes se les permitió moverse por la ciudad sin apenas consecuencias y disfrutar del partido sin detenciones tras protagonizar incidentes tan graves como el destrozo del local.
«Es increíble que después de todo lo que hicieron se les dejara entrar al estadio como si nada», escribió un usuario en Twitter, recogiendo el sentir general de muchos coruñeses que consideraron que las medidas policiales fueron insuficientes para garantizar la seguridad y mantener el orden.
La falta de detenciones inmediatas, así como la actitud relajada con la que se gestionó la situación con los ultras visitantes, ha dejado un mal sabor de boca entre los habitantes de A Coruña. El incidente ha abierto un debate sobre la necesidad de ser más estrictos con los aficionados violentos que se desplazan a la ciudad y la actuación de las autoridades en estos casos.
Este fin de semana quedará marcado en la memoria de muchos coruñeses no solo por el empate sin goles entre el Deportivo y el Málaga, sino también por la sensación de impunidad que dejó la actuación de los ultras malagueños en la ciudad. Las demandas de una mayor contundencia policial son cada vez más fuertes, y se espera que se tomen medidas para evitar que situaciones similares se repitan en el futuro.
