Foto: intagram.dominicoshockey
Seguramente si ven ustedes el resultado de un partido de hockey a patines y este es de empate a cero, creerán que se han ahorrado hora y media de aburrimiento. Nada más lejos de la realidad lo sucedido ayer en el Palacio de Deportes de Riazor, donde el Liceo y el Benfica brindaron el espectáculo que de ellos se espera, por historia, por juego y por plantillas. Llegaba el equipo portugués a Coruña como lider indiscutible del grupo de la Champions y con cierto aire “culé”. La llegada, este verano, de Edu Castro al banquillo lisboeta, acompañado de Pau Bargalló y Joao Rodrigues y la presencia del también ex barcelonista Nil Roca, convierten al Benfica en una especie de remedo del todopoderoso Barça que durante una década dirigió Castro. Por si fuera poco, la presencia de dos estrellas del universo hockey como Lucas Ordóñez y Robi de Benedetto y la cuota portuguesa con Pinto, Diogo Rafael, Miranda y el gran Pedro Henriques, hacen de “las águilas” la escuadra más potente del continente en estos momentos.
Frente a ellos un Liceo joven -enorme partido de Xaus, Cervera y Saavedra, por ejemplo- , audaz, concentrado y dispuesto a parar a la máquina goleadora que llegaba a Riazor con un bagaje de diecinueve goles a favor en cuatro partidos. Y así comenzó el encuentro, con un Benfica volcado en la meta coruñesa y un Liceo bien armado en defensa y conjurado para frustrar cada ataque lisboeta. El partido tuvo de todo, especialmente intensidad y brillantez en las porterías; tanto Martí Serra – inspiradísimo como Henriques se convirtieron en los MVPs con intervenciones magistrales. Pero hubo también polémica, con un gol “fantasma” que el Benfica protestó con tanta vehemencia como tolerancia arbitral – ni siquiera el lío de Nil Roca con la mesa le valió amonestación alguna; cosas del arbitraje “europeo”- y una única bola parada, un penalti marrado por Rodrigues al que Serra adivinó la intención.
Todo lo demás fue velocidad, calidad defensiva liceísta y ataques francos por uno y otro bando solventados por los dos guardametas o por los palos (todavía retumba el tiro de Benedetto que hizo sonar la portería como si fuera la Berenguela). Un empate sin goles que, sin embargo, hizo disfrutar al millar largo de aficionados presentes en Riazor y deja al Liceo cuarto, con seis puntos y cierta ventaja tras la derrota del Valongo en Francia. En todo caso, el próximo jueves en Lisboa, segundo acto.
Antes, el domingo frente al Voltregá, otro duro partido – todos lo son frente a este equipo –. El equipo de Alex Rodriguez y Jordi Burgaya juega en el exilio tras el cierre federativo de la pista por la agresión de un espectador al jugador del Vic, Oriol Vives, en el último partido de Liga del año. Cabe recordar que hace aproximadamente un año el Liceo abandonó la pista de Sant Hipolit por las agresiones verbales y los insultos xenófobos a Fran Torres. Ojalá el domingo el protagonista sea sólo el hockey.
La hora de la verdad
Viajan las pupilas de Stanis García a Alcalá con un único propósito: ganar y seguir remontando para colarse en la Copa de la Reina. Pese a que las madrileñas acaban de ascender, no será un partido sencillo. El equipo de Pérez Sierra ha sido un duro rival prácticamente en la totalidad de los encuentros y es difícil que se descompongan por mal que vaya el encuentro. Llevan siete puntos y un único objetivo: mantener la categoría, lo que, sin duda, sería un gran éxito.
Además de los jóvenes valores como Elaia, Celia Montero o Leire Ortiz -llegada de Alameda de Osuna- cuentan con jugadoras de experiencia. La italiana Santochirico, compañera de Caretta en la selección, la goleadora Marina Monge y la portera y capitana Julieta Rouco formaron el eje sobre el que sustentó el paseo militar que Alcalá se marcó en Ok Plata para ascender como líder destacada. A ellas se unió este verano la portuguesa Tania Guerreiro con el objetivo de reforzar un equipo cuya aspiración es mantener la categoría y seguir mimando la cantera.
Para el Coruña es el momento de la verdad. Tras una primera parte de la temporada extremadamente complicada se enfrenta a los tres partidos en los que confirmar no sólo su categoría sino su clasificación para la Copa de la Reina. Cualquier otro resultado sería una enorme decepción para un equipo que cuenta con jugadoras talentosas y con experiencia, reforzado este año con dos jóvenes de gran proyección, la portuguesa Ines Severino, acoplada ya a los sistemas de Stanis y la catalana Laia Juan cuya explosión en los últimos partidos ha sido un bálsamo para las coruñesas. Con todo, este sábado deben refrendar sus aspiraciones en Madrid y demostrar que su lugar está entre las mejores escuadras de Ok Liga Iberdrola.
Rivales directos, en Ok Plata
También los equipos coruñeses de Ok Plata tienen citas importantes este fin de semana, enfrentándose ambos a rivales directos y, en el caso de Dominicos, con cierta urgencia de resultados. Precisamente los de Togores viajan a Oviedo, visitando a un rival directo, el Roller, uno de los equipos de abajo que aventaja al Domi en tres puntos, tras su triunfo frente al Igualada.
En todo caso Villafría es una pista más que conocida para los colegiales. La plantilla de Roller está plagada de jugadores que formaron parte no sólo de la base azulona sino de clubes como Oviedo Booling – en el que se formó Carlos Alonso – o Areces, también viejos conocidos de los gallegos tanto de torneos como de Sectores de las categorías inferiores. Será también un enfrentamiento con antecedentes cercanos ya que coincidieron en distintas ocasiones en pretemporada. Dominicos necesita sumar puntos si no quiere complicarse la vida. La temporada avanza y empieza ya a abrirse un abismo con las posiciones que dan tranquilidad.
Tranquilidad es lo que se respira en Compañía de María tras una primera parte de la temporada mejor de lo previsto. Los pupilos de Canosa, con 12 puntos, están en la zona tranquila, suficientemente alejados de cualquier temor de descenso -al menos de momento- aunque también lejos de las primeras posiciones donde llegó a situarse al inicio de la temporada. Mañana se enfrentan a un rival directo, el Espanyol que, si bien sufrió varios reveses al inicio, ha ido recuperando el tono para viajar, también, en la zona plácida con los mismos puntos que los coruñeses. Los catalanes, dirigidos este año por Daniel Setién, intentan escapar de los apuros que vivieron la pasada temporada en la Ok Plata Sur, en la que rozaron el descenso. Por su parte, Compañía, aspira a seguir mejorando las prestaciones de los primeros partidos, afinando la puntería para evitar lo vivido en alguno de los encuentros en los que la falta de acierto les impidió hacerse con los puntos pese al dominio en la pista. Un interesante inicio de año antes de recibir, la próxima semana, al Shum de Adroher en Elviña.