Desgobierno en A Coruña: servicios en precario y una factura millonaria para todos
El Ayuntamiento asume pagar a la empresa de basuras por «coste real», unos 2 millones más al año, tras no poder sacar a concurso un contrato caducado. Servicios como Nostián, bibliotecas o instalaciones deportivas, también en precario, podrían reclamar el mismo trato.
Los coruñeses están abocados a pagar una factura millonaria como consecuencia directa de la incapacidad del gobierno municipal para licitar y adjudicar a tiempo sus contratos más importantes. La última y más grave muestra de esta gestión deficiente se materializó ayer, cuando la Junta de Gobierno local aprobó indemnizar con hasta dos millones de euros extra anuales a la empresa de recogida de basura, un servicio que se presta sin un contrato en vigor desde hace meses.
El origen del problema se remonta a 2020, cuando la alcaldesa Inés Rey adjudicó el nuevo contrato de recogida de residuos por un valor de 11,6 millones de euros anuales. Sin embargo, en septiembre de 2023, el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) lo anuló por incumplir los pliegos. El desgobierno contractual llegó a su punto álgido en febrero de 2025, cuando el propio Ayuntamiento declaró desierto el nuevo concurso al ser la única empresa presentada también incapaz de cumplir los requisitos.
Ante este vacío, la Alcaldesa decidió que la empresa original continuara prestando el servicio, pero bajo las condiciones económicas del contrato anulado (11,6 M€). La compañía, no obstante, presentó un recurso para que se le pagase conforme al «coste real» del servicio, al no existir un marco contractual válido. Ayer, el gobierno de Rey cedió y aprobó estimar parcialmente esa reclamación.
La decisión implica que, desde febrero de 2025 y hasta que se adjudique un nuevo contrato –un proceso que ni siquiera tiene pliegos y que podría alargarse uno o dos años–, el servicio se pagará según ese «coste real». La empresa ya ha presentado una estimación inicial que supera en aproximadamente 2 millones de euros anuales el precio del contrato original. Es decir, un servicio que debería costar 11,6 millones pasará a costar alrededor de 13,6 millones anuales, suponiendo un sobrecoste de unos 4 millones de euros si la licitación se demora dos años.
Pero el agujero financiero podría ser mucho mayor. El acuerdo sienta un peligroso precedente para otros servicios municipales que llevan años en la misma situación de precariedad legal. La empresa que gestiona la planta de Nostián opera sin contrato desde 2020; el servicio de bibliotecas carece de él desde hace un año; y varias instalaciones deportivas llevan incluso más tiempo en la misma irregularidad. Todas ellas podrían ahora reclamar el mismo trato que la empresa de basuras, multiplicando la factura final para las arcas públicas.
En declaraciones recogidas por este diario, el portavoz del PP, Miguel Lorenzo, denunció: “Estas son las consecuencias millonarias que pagaremos todos los coruñeses por la gestión deficiente y desastrosa de Inés Rey y su gobierno municipal, incapaz de licitar a tiempo los contratos más importantes”.
La situación deja al descubierto una gestión municipal que, lejos de planificar y ejecutar con diligencia los procedimientos de contratación, acumula servicios clave en un limbo legal. El coste de esta incapacidad, que se mide en millones de euros, será finalmente asumido por todos los ciudadanos.
