La polémica en torno a la licitación del contrato de recogida de residuos en el Ayuntamiento de A Coruña continúa. Tras la decisión del Tribunal Administrativo de Contratación Pública de Galicia (TACGal) de anular la exclusión inicial de Valoriza Servicios Medioambientales – Arias Infraestructuras, la mesa de contratación del Ayuntamiento de A Coruña ha dado un paso más. Ahora exige a la compañía que justifique el cumplimiento de los requisitos que, aparentemente, no cumple, entre ellos, la adecuación urbanística de la parcela ofertada.
Este nuevo movimiento por parte de la mesa de contratación ha sido percibido por algunos observadores como un intento de enmendar errores cometidos durante el proceso de evaluación inicial. En su momento, la mesa no excluyó a Valoriza por el posible incumplimiento del requisito relacionado con la parcela, lo que generó controversias sobre la transparencia y el rigor de la evaluación técnica. El proceso, que ha estado rodeado de tensiones entre los licitadores y las autoridades municipales, parece encaminarse hacia una nueva fase, en la que cada paso es visto con recelo por los participantes y la ciudadanía.
Un proceso lleno de errores y correcciones
Desde la apertura del proceso de licitación, varios licitadores han señalado irregularidades en las evaluaciones realizadas por la mesa de contratación. Valoriza, por su parte, fue inicialmente excluida por un error en su oferta económica, un motivo que el TACGal consideró insuficiente para apartarla del concurso. No obstante, el verdadero problema podría radicar en la parcela que la empresa presentó como parte de su oferta para la ejecución del servicio de recogida de basura en la ciudad.
La parcela ofertada por Valoriza no cumple con los requisitos urbanísticos, lo que ha sido un punto de discusión durante todo el proceso. Sin embargo, la mesa de contratación no tomó ninguna medida al respecto en las fases iniciales de evaluación, lo que ha llevado a especulaciones sobre la falta de rigor y transparencia en la gestión del concurso. Este problema fue señalado por algunos de los licitadores competidores, quienes sostienen que la oferta de Valoriza debería haber sido descartada desde el inicio.
¿Autocorrección o intento de salvaguardar el proceso?
El hecho de que la mesa de contratación haya decidido ahora exigir a Valoriza que justifique su cumplimiento de los requisitos parece un claro intento de rectificar los errores previos. Si bien la empresa tiene la oportunidad de demostrar que cumple con los pliegos, el tema de la parcela sigue siendo una piedra en el camino. Según los pliegos, las parcelas ofertadas deben estar debidamente urbanizadas y cumplir con todas las normativas municipales antes de la ejecución del contrato. En este sentido, algunos expertos señalan que Valoriza podría tener dificultades para cumplir este requisito, lo que podría llevar a su exclusión final del proceso.
Lo que resulta llamativo es que este problema urbanístico ya era conocido desde el principio del proceso. Sin embargo, la mesa de contratación optó por no actuar en ese momento, permitiendo que Valoriza continuara en la licitación, a pesar de que otras empresas fueron excluidas por motivos menos evidentes. Esta contradicción pone en duda el criterio aplicado por la mesa de contratación al principio, y ahora se ve forzada a exigir a Valoriza que justifique lo que debió haber sido motivo de exclusión mucho antes.
Un proceso bajo la lupa pública
La recogida de residuos urbanos es uno de los contratos más importantes para la ciudad de A Coruña, tanto en términos de impacto económico como medioambiental. La gestión eficiente de los residuos no solo afecta la calidad de vida de los ciudadanos, sino también la imagen del Ayuntamiento en cuanto a la transparencia y responsabilidad pública. El proceso de adjudicación, sin embargo, ha estado plagado de controversias, con varios recursos presentados por diferentes empresas licitadoras y correcciones por parte de la mesa de contratación.
La exclusión de otras empresas licitadoras por supuestos incumplimientos técnicos, mientras que Valoriza fue mantenida en la carrera a pesar de las dudas sobre la parcela, ha generado dudas sobre la imparcialidad del proceso. Estas tensiones han llevado a varios recursos ante el TACGal, lo que ha retrasado la adjudicación final del contrato y ha puesto bajo la lupa el trabajo de la mesa de contratación.
¿Qué sigue para Valoriza?
Ahora que se le ha dado a Valoriza la oportunidad de justificar que cumple con todos los requisitos del pliego, la empresa tiene la difícil tarea de demostrar que la parcela que presentó para la ejecución del servicio cumple con las normativas urbanísticas vigentes. De no ser así, podría enfrentarse a una nueva exclusión, esta vez definitiva, del proceso de licitación. Además, otros competidores están atentos a cualquier fallo en este proceso, lo que podría dar pie a nuevas impugnaciones y retrasos.
Si Valoriza no logra justificar el cumplimiento de los pliegos, el contrato podría recaer en la segunda clasificada, Cespa Compañía Española de Servicios Públicos y Auxiliares, que hasta ahora ha sido considerada la mejor oferta técnica y económica. No obstante, el proceso sigue siendo incierto y cualquier paso en falso podría llevar a nuevas disputas legales.
