Son varias las instalaciones deportivas de A Coruña las que reciben múltiples quejas por parte de los usuarios y vecinos.
El deporte coruñés siempre ha sido un gran abanderado de nuestra ciudad, grandes éxitos y excepcionales deportistas copan nuestras instalaciones, unas instalaciones deportivas que no hacen justicia a los éxitos cosechados.
El caso más destacado hoy en día es el de San Diego, una instalación que arrastra una concesión vencida en 2020. Numerosas quejas desatendidas hasta el punto de que la valedora do pobo a recibido cerca de cuarenta quejas presentadas. Pliegos y licitaciones repetidas y anunciadas en varias ocasiones, llevando consigo los problemas laborales de sus trabajadores.
Otra instalacións con problemas históricos, el polideportivo del Castrillón. Las quejas por la deficiente gestión de estas instalaciones deportivas se repiten desde incluso antes de su apertura y se empaña aún más con un contrato que ha sido impugnado por FAC-USO y con quejas por parte de los trabajadores.
Ni pabellones ni instalaciones al aire libre están exentas de las críticas vecinales
Los campos de fútbol también traen quebraderos de cabeza a este gobierno municipal. Un campo de Eirís que llega tarde y con unas dimensiones ridículas para un terreno de juego. Unos campos de Visma que sigue siendo sometido a cuestiones cada fin de semana. Y el complejo deportivo de La Torre con cafeteria pero con poca agua caliente.
Seguiremos los pasos de un concejal de deportes que parece tener poca voz en María Pita y no mucha sintonía con su «super concejal».