La Junta de Gobierno Local de A Coruña ha incluido en su orden del día un punto que podría abrir un nuevo debate urbanístico en la ciudad: la aprobación de una licencia urbanística para la rehabilitación de un edificio situado en el número 6 de la Avenida de La Habana con el fin de implantar un centro médico. La decisión, aunque todavía no ejecutada, pone de relieve la necesidad de un análisis más profundo sobre la convivencia de este tipo de instalaciones con los planes de futuro para el estadio de Riazor.
Riazor y su ambiciosa transformación
El estadio de Riazor es una pieza clave en los planes del Ayuntamiento para impulsar A Coruña como sede destacada del Mundial 2030. Además de la reforma del recinto para cumplir con los requisitos de la FIFA, el estadio apunta a convertirse en un espacio multifuncional diseñado para albergar grandes eventos como conciertos o espectáculos de primer nivel.
Sin embargo, los planes de este tipo no están exentos de controversias, como lo demuestra el caso del estadio Santiago Bernabéu de Madrid. En esa instalación, las denuncias por contaminación acústica han provocado la paralización de varios eventos previstos, recordando la importancia de respetar las normativas de ruido en entornos urbanos.
Centro médico y normativa acústica: ¿una combinación problemática?
El edificio en cuestión, cuyo futuro se decidirá en la Junta de Gobierno, está ubicado a pocos metros del estadio. Si se aprobara la licencia para transformarlo en un centro médico, surgirían dudas sobre la compatibilidad de ambas infraestructuras. Las normativas actuales imponen límites estrictos de ruido en las proximidades de instalaciones sanitarias, especialmente aquellas diseñadas para el descanso y cuidado de pacientes.
En este contexto, cabe preguntarse cómo conciliará el Ayuntamiento el desarrollo de eventos masivos en Riazor con las exigencias de tranquilidad que requiere un centro médico.
¿Un debate recurrente en grandes ciudades?
Este tipo de conflictos no es nuevo en el ámbito urbanístico. El Bernabéu, por ejemplo, ha sido objeto de quejas de vecinos y organizaciones, lo que ha llevado a suspender varios conciertos previstos debido al impacto acústico en su entorno. Aunque A Coruña no ha experimentado aún esta problemática, el debate se perfila como una cuestión a considerar de cara al futuro del barrio de Riazor.
Reflexión sobre el futuro urbanístico
El caso pone en evidencia la necesidad de un enfoque estratégico más sólido en la planificación urbanística de A Coruña. La posibilidad de aprobar una licencia para un centro médico en un área donde se proyectan grandes eventos resalta una contradicción que podría comprometer ambos objetivos.
Mientras que el Ayuntamiento persigue convertir el estadio en un motor económico y cultural, los requisitos técnicos y normativos para garantizar el bienestar de los usuarios del posible centro médico podrían generar un choque de prioridades.