El RC Deportivo ha mostrado su solidez y capacidad de reacción en los recientes partidos de pretemporada. Los encuentros más recientes contra el FC Famalicão y el Gil Vicente, ambos equipos de la Primera División portuguesa, han sido clave para evaluar el rendimiento del equipo y la integración de nuevos jugadores bajo la dirección de Imanol Idiakez.
Empate con carácter ante el FC Famalicão
El pasado martes, el Deportivo se enfrentó al FC Famalicão en un partido que resultó ser un verdadero examen para los blanquiazules. El encuentro comenzó cuesta arriba para el Dépor, ya que Óscar Aranda adelantó a los locales en el minuto 2. A pesar de este inicio desfavorable, el equipo coruñés no perdió la compostura y buscó controlar el balón, generando varias oportunidades de gol.
En la segunda mitad, Germán Parreño cometió un penalti que fue convertido por el mismo Aranda, poniendo el marcador 2-0 a favor del Famalicão. Sin embargo, los cambios introducidos por Imanol Idiakez revitalizaron al equipo. Barbero, uno de los jugadores de refresco, marcó un gol de vaselina en el minuto 61, seguido por otro gol de Lucas tras una jugada individual de Yeremay en el minuto 75, sellando el empate 2-2.
El Dépor mostró una gran capacidad de resiliencia y un espíritu combativo, características que serán vitales en la temporada que se avecina. El partido también sirvió para que los nuevos fichajes se acoplaran y demostraran su potencial.
Igualdad sin goles ante el Gil Vicente
Al día siguiente, el Deportivo se midió al Gil Vicente en un partido que terminó en empate 0-0. Este encuentro estuvo marcado por el calor sofocante en Barcelos, que ralentizó el ritmo de juego y provocó muchas imprecisiones en los últimos metros.
Imanol Idiakez optó por rotaciones, dando minutos a prácticamente toda la plantilla. La primera mitad fue equilibrada, con escasas oportunidades para ambos equipos. La ocasión más clara para el Dépor llegó en el minuto 40, cuando Davo disparó desde fuera del área y el portero Andrew realizó una gran parada.
En la segunda mitad, el Deportivo mejoró con la entrada de nuevos jugadores como Jose Ángel, Mario Soriano y Kevin Sánchez, quienes protagonizaron algunas de las mejores jugadas del equipo. Sin embargo, la falta de precisión en los últimos metros impidió que se abriera el marcador.
A pesar de no haber conseguido la victoria, el partido contra el Gil Vicente sirvió para seguir afinando la forma física y táctica de los jugadores, así como para consolidar las nuevas incorporaciones.
