El Deportivo continúa acumulando tropiezos en una temporada que cada vez pinta más gris. A pesar de controlar ciertos tramos del partido, el equipo de Imanol Idiakez fue incapaz de imponer su juego ante un Burgos ordenado y eficaz, y terminó cediendo una derrota por 2-0 que dejó en evidencia las limitaciones de los blanquiazules. Un fallo inexplicable de Petxarromán en los minutos finales decantó un encuentro que parecía destinado a un empate sin brillo, pero la derrota agrava la situación del Dépor, que sigue sin encontrar soluciones.
Un equipo sin ideas
Desde el inicio, el Deportivo trató de llevar el control del partido, pero pronto quedó claro que no sería capaz de hacerlo con claridad. A pesar de las novedades en la alineación, con nombres como Obrador en el lateral izquierdo o Dani Barcia de regreso en la defensa, los de Idiakez volvieron a mostrar carencias ofensivas preocupantes. La falta de lucidez en ataque hizo que el equipo no lograra poner en aprietos a un Burgos que, sin necesidad de grandes alardes, supo mantener el orden y aprovechar los errores del rival.
Idiakez intentó recomponer al equipo después de los experimentos fallidos de jornadas anteriores, alineando a jugadores en posiciones más naturales. Sin embargo, aunque el once inicial fue más racional, el equipo siguió sin mostrar un juego funcional. Ni Yeremay, ni Mella ni Lucas lograron inquietar seriamente la portería de Ander Cantero, y las pocas ocasiones de peligro nacieron de jugadas a balón parado, con Pablo Vázquez como protagonista, pero sin acierto en sus remates.
Un Burgos práctico y efectivo
El Burgos, por su parte, demostró ser un equipo práctico, que aprovechó al máximo los recursos de los que dispone. Durante la primera mitad, los locales fueron los que mostraron mayor comodidad sobre el césped. Controlaron los intentos ofensivos del Deportivo y, a pesar de no generar muchas ocasiones claras, fueron los que más cerca estuvieron de abrir el marcador. Sancris protagonizó las primeras amenazas, con un remate que se marchó rozando el palo, y un potente disparo desde la frontal que obligó a Helton Leite a intervenir.
La propuesta del Burgos fue sencilla pero eficaz: defender con orden y esperar a que el Deportivo cometiera un error. Y, lamentablemente para los blanquiazules, esos errores no tardaron en llegar.
El fallo que sentenció el partido
Tras una primera mitad en la que el Dépor no fue capaz de generar peligro real, la segunda parte comenzó con un intento tímido de reacción. Yeremay y Mella trataron de combinar en ataque, pero la falta de definición volvió a penalizar al equipo. Bouldini tuvo una buena oportunidad dentro del área, pero remató forzado, y poco después se lesionaría, lo que dejó al Deportivo aún más limitado en su capacidad ofensiva.
A medida que avanzaba el partido, el empate parecía el resultado más probable, con ambos equipos jugando sin demasiado riesgo. Sin embargo, todo cambió en los minutos finales con un error incomprensible de Petxarromán. El jugador, en una entrega horizontal hacia Barcia, dejó el balón servido para que Sancris lo interceptara y ajustara un disparo imparable para Helton Leite. Fue un golpe duro para el Deportivo, que se vio de repente por detrás en el marcador sin haber hecho méritos para ganarlo, pero tampoco para perderlo de esa manera.
Penalti y sentencia
El mazazo del primer gol dejó a un Deportivo descolocado, y poco después llegó el penalti que terminó por sentenciar el encuentro. Curro transformó la pena máxima con calma, y el 2-0 fue definitivo. El Burgos se llevó tres puntos sin grandes alardes, simplemente aprovechando los errores ajenos y manteniendo un orden que el Dépor no pudo deshacer en ningún momento.
Problemas que se agravan
Con este nuevo tropiezo, el Deportivo entra en una dinámica preocupante. La falta de claridad en ataque, sumada a los errores individuales en defensa, empieza a ser una tendencia peligrosa. A pesar de los cambios introducidos por Idiakez, el equipo sigue mostrando una alarmante incapacidad para llevar el peso del juego y encontrar soluciones en los momentos clave.