Cinco días metidos en un atasco en A Coruña
La problemática de los atascos de tráfico en A Coruña refleja una combinación de factores geográficos, de planificación y de gestión urbana. El dato de que las personas pierdan 116 horas al año en atascos, según la revista Motor, posiciona a la ciudad como líder de esta problemática en Galicia, un título poco deseable que evidencia fallos estructurales en la movilidad urbana.
Geografía y diseño urbano:
La península de A Coruña y la concentración de actividades en su centro histórico dificultan la fluidez del tráfico. Zonas como Monte Alto enfrentan retos adicionales debido a su aislamiento relativo.
Planificación anticuada:
El Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) disponible en la web municipal data de 2014, lo que sugiere que no se han actualizado estrategias en una década. La falta de actualizaciones en el PMUS puede haber dejado a la ciudad sin herramientas modernas para abordar los cambios en los patrones de movilidad.
Acciones improvisadas:
Intervenciones puntuales que no responden a un análisis global han generado más problemas de los que resuelven. Ejemplos recurrentes de obras mal planificadas o cambios de sentido en vías críticas han complicado la circulación en vez de mejorarla.
Tareas pendientes:
Actualización y aplicación del PMUS:
Revisar y modernizar el PMUS en base a los datos actuales de tráfico, proyecciones de población y patrones de movilidad. Incluir una visión integral que contemple alternativas como transporte público eficiente, carriles biciy espacios peatonales seguros.
Transporte público como eje central:
Incentivar el uso del transporte público con mayor frecuencia y ampliación de rutas. Situación que se antoja compleja dado que el 1 de enero la empresa prestará servicios en precario debido a la finalización del contrato y que el Ayuntamiento mantiene una deuda millonaria con la empresa.
Gestión inteligente del tráfico:
Implementar sistemas de gestión del tráfico basados en tecnología (sensores, cámaras y software de análisis). Señalización dinámica para desviar flujos de tráfico en tiempo real según la congestión.
En resumen, abordar los atascos de A Coruña requiere un enfoque integral que combine planificación, modernización de infraestructuras y fomento de alternativas al uso del coche privado. Sin acciones concretas, la ciudad continuará acumulando horas perdidas y frustración entre sus habitantes.
Las alternativas de movilidad
El análisis sobre las alternativas de movilidad en A Coruña evidencia una falta de planificación estratégica y problemas de gestión que perpetúan la dependencia del vehículo privado como principal medio de transporte. Los intentos por fomentar alternativas, como el servicio de bicicletas públicas o el transporte público, se ven limitados por carencias estructurales, operativas y de visión a largo plazo.
Bicicoruña y la infraestructura ciclista:
Aunque el Gobierno local destaca la expansión del servicio Bicicoruña, su impacto en la movilidad global es mínimo debido al escaso uso en comparación con el tráfico de vehículos particulares. La red de carriles bici presenta múltiples deficiencias: falta de continuidad, diseño que no conecta puntos estratégicos de la ciudad y problemas de señalización que comprometen la seguridad de los usuarios.
Transporte público en precariedad:
El contrato actual del transporte público vence el 1 de enero, y la falta de previsión para elaborar nuevos pliegos técnicos y administrativos pone el servicio en riesgo de precarización. La deuda millonaria del Ayuntamiento con la empresa concesionaria y el incumplimiento de compromisos, como la prometida reorganización de rutas desde 2019, agravan la situación.
La ausencia de alternativas reales y eficientes refuerza el uso del coche particular como el principal medio de transporte. Sin medidas contundentes que mejoren las opciones de movilidad sostenible, esta tendencia se mantendrá.
La importancia del aparcamiento
El aparcamiento es un elemento clave en la política de movilidad de cualquier ciudad, y en A Coruña, su gestión deficiente está agravando los problemas de tráfico, contaminación y calidad de vida. La retirada de plazas de aparcamiento en la vía pública y el estado precario de los aparcamientos públicos están generando efectos contraproducentes, especialmente en zonas densamente pobladas como Os Mallos y Agra del Orzán.
Problemas actuales relacionados con el aparcamiento:
Retirada de plazas de aparcamiento en la vía pública. En barrios donde muchas viviendas carecen de garaje, la eliminación de plazas de estacionamiento obliga a los conductores a circular más tiempo en busca de un lugar para aparcar. Este aumento del tráfico genera más emisiones contaminantes y contribuye al caos circulatorio, especialmente en horas punta.
Deficiencias en los aparcamientos públicos. Muchos aparcamientos municipales presentan problemas de mantenimiento, accesibilidad y diseño, con espacios insuficientes para maniobrar y estacionar. La falta de modernización de estas instalaciones las hace menos atractivas para los conductores, que prefieren buscar alternativas en superficie.
Ausencia de sistemas inteligentes de gestión de plazas. A Coruña no dispone de sistemas de información en tiempo real sobre la disponibilidad de plazas en los aparcamientos, algo que ya es habitual en muchas otras ciudades. Esto obliga a los conductores a recorrer la ciudad en busca de un lugar, aumentando el tráfico y la contaminación.
Impacto en el caos circulatorio. La combinación de retirada de plazas, ausencia de información sobre aparcamientos disponibles y deficiencias en los existentes crea un círculo vicioso: más vehículos circulando, mayor congestión y peores condiciones para la movilidad en general.
Una gestión eficaz del aparcamiento en A Coruña no solo aliviaría el caos circulatorio, sino que también contribuiría a reducir la contaminación y mejorar la calidad de vida de los vecinos. Sin embargo, esto requiere una estrategia integral y bien planificada, que equilibre las necesidades de los conductores con los objetivos de sostenibilidad y movilidad urbana.
Imagen editada sobre Open Street Maps
Actuaciones puntuales improvisadas
La peatonalización es una herramienta urbanística que puede aportar grandes beneficios, como la mejora del comercio, la calidad del aire y el valor inmobiliario, pero su implementación debe estar respaldada por una planificación integral que contemple los efectos en la movilidad de vehículos y transporte de mercancías. En A Coruña, los ejemplos recientes muestran que muchas de estas actuaciones carecen de una visión estratégica y han generado problemas que podrían haberse evitado con un análisis previo más riguroso.
Un ejemplo que se puede sufrir en el centro de la ciudad. La peatonalización de la calle Compostela, evidentemente favoreció el comercio e hizo crecer el valor de esas viviendas y negocios de todo tipo, pero provoca que la calle Picavia sea solo útil para entrar en el túnel de la plaza de Lugo. A la salida del túnel de la plaza de Lugo, nos tropezamos con un semáforo que permite el paso de escasos vehículos y obliga a girar a la derecha en la plaza de Pontevedra y posteriormente hacia Juana de Vega.
Si nuestro objetivo en llegar a la zona del Orzán, a la altura de la AEAT, que según Google Earth son 285 metros en línea recta, cualquier transporte de mercancías o personas, tiene que realizar varios Km.
La ruta más corta:
- Túnel plaza de Lugo
- Plaza de Pontevedra
- Juana de Vega
- Linares Rivas
- Calle Menéndez y Pelayo
- Calle Pintor Joaquín Vaamonde o Juan Florez
- Calle Marcial del Adalid.
- Vuelta a Linares Rivas, en sentido contrario
- Juana de Vega
- Túnel Juana de Vega
- Y llegamos a la AEAT o Centro sanitario San José.
Convertir la Plaza de Vigo en una rotonda, como en este caso del ejemplo, es muy habitual. Desde la zona centro, si se quiere ir hacía la zona de la Torre o Monte Alto, se debe usar o bien el túnel de María Pita o el de Juana de Vega, y hay que dar la vuelta, usando la Plaza de Vigo como rotonda.
Para evitar atascos, contaminación y accidentes, sería muy útil un plan de movilidad y que se cumpliera, que no quedara en un simple documento.
Más inteligencia en el diseño de la movilidad y menos rotondas inteligentes sin señalización adecuada.