El aeropuerto de A Coruña, Alvedro, ha terminado el mes de noviembre con un ligero aumento del 1% en su volumen de pasajeros respecto al mismo periodo del año pasado, alcanzando los 99.815 viajeros. Esto supone un incremento de aproximadamente 1.000 pasajeros, una cifra casi anecdótica que no consigue disipar las dudas sobre el futuro del aeródromo coruñés.
Comparativa preocupante con 2019 y otros aeropuertos gallegos
Aunque salir de la serie de ocho meses consecutivos en números rojos podría considerarse un dato positivo, el balance cambia drásticamente si comparamos los datos de noviembre de 2024 con los del mismo mes en 2019, el último año prepandemia. En este caso, Alvedro registra un descenso del 6%, lo que evidencia un estancamiento en su recuperación.
Mientras tanto, los otros aeropuertos gallegos muestran una evolución mucho más favorable:
- Rosalía de Castro – Lavacolla (Santiago): Aumenta un 13% respecto a 2023 y un destacable 17% frente a 2019.
- Peinador (Vigo): Incrementa un 10,5% en comparación con 2023 y un 22% respecto a 2019.
Esta comparativa sitúa a Alvedro como el aeropuerto con peor desempeño relativo en Galicia, algo que debería generar preocupación tanto en los gestores del aeropuerto como en las autoridades locales.
Factores que explican el estancamiento
El principal problema parece ser la falta de estrategia y de nuevas rutas que logren captar tanto viajeros de negocios como turistas. Mientras Lavacolla refuerza su liderazgo como el aeropuerto de referencia en Galicia y Peinador crece notablemente gracias a la apuesta por vuelos internacionales y de bajo coste, Alvedro parece haberse quedado rezagado.
Además, la reciente falta de liderazgo en el Consorcio de Turismo de A Coruña y el escaso interés mostrado por el concejal responsable, Gonzalo Castro, están pasando factura al aeropuerto. Aunque se han anunciado nuevas conexiones, estas no parecen ser suficientes para revertir la tendencia.
¿Qué necesita Alvedro para despegar?
Para que Alvedro vuelva a ser competitivo, es imprescindible:
- Atraer más aerolíneas y rutas internacionales.
- Impulsar una campaña de promoción turística.
- Coordinar esfuerzos con el tejido empresarial de A Coruña para incentivar los viajes de negocios.
Noviembre marca un punto de inflexión que podría haberse aprovechado mejor. Aunque los números ya no son negativos, el crecimiento marginal no es suficiente para competir con el resto de aeropuertos gallegos. Alvedro necesita un cambio de rumbo para recuperar su posición como un referente del transporte aéreo en Galicia.