Bicicoruña enfrenta problemas de gestión ante el aumento exponencial de usuarios.
En los últimos años, el servicio de bicicletas compartidas de Bicicoruña ha experimentado un vertiginoso aumento en su número de usuarios. Según datos recientes, en 2023 la plataforma alcanzó casi 12.000 usuarios, una cifra impresionante si se compara con los aproximadamente 3.000 usuarios registrados en 2021. Sin embargo, este rápido crecimiento ha dejado al descubierto algunos problemas significativos en la gestión de Bicicoruña.
Una de las principales quejas de los usuarios se refiere a la disponibilidad de bicicletas en las estaciones. En numerosas ocasiones, los usuarios se han encontrado con estaciones vacías, sin bicicletas disponibles para su uso. Este problema plantea una experiencia frustrante y limita la utilidad del servicio, especialmente en momentos de alta demanda. La falta de bicicletas en las estaciones refleja una deficiente planificación por parte del concello para adaptarse al crecimiento de usuarios.
Otra preocupación latente se relaciona con la lentitud en la respuesta al cliente. A pesar del notable incremento en el número de usuarios, Bicicoruña solo cuenta con una persona encargada de la atención al cliente. Esta persona se encarga de responder llamadas telefónicas, atender consultas presenciales y gestionar correos electrónicos. Con tan pocos recursos destinados a esta área crucial, la capacidad de respuesta de Bicicoruña se ha visto seriamente afectada, generando una percepción de falta de atención y servicio al cliente.
Además, el mantenimiento de las bicicletas ha sido otro punto débil del servicio. Con solo dos furgonetas de servicio disponibles, resulta insuficiente para atender las necesidades de mantenimiento y reparación de una flota de bicicletas tan extensa. Como resultado, se ha observado un retraso en las reparaciones y un deterioro generalizado en la calidad de las bicicletas disponibles para los usuarios. Esta falta de mantenimiento adecuado no solo afecta la experiencia de los usuarios, sino que también pone en riesgo la seguridad de quienes utilizan el servicio.
En resumen, el crecimiento acelerado de usuarios experimentado por Bicicoruña ha puesto en evidencia deficiencias significativas en su gestión. La falta de bicicletas en las estaciones, la lentitud en la respuesta al cliente y el insuficiente mantenimiento de las bicicletas son solo algunos de los problemas que deben abordarse urgentemente. Para garantizar la calidad del servicio y mantener la confianza de los usuarios, es imperativo que el concello tome medidas rápidas y efectivas para mejorar su gestión y así brindar una experiencia óptima a sus usuarios.